dermatologia

#Dermatitis irritativas, ‘efecto secundario’ del #lavado de manos y del uso de #geles hidroalcohólicos de forma continuada

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Las nuevas medidas higiénicas de prevención contra el coronavirus son esenciales, pero se acompañan de la aparición de reacciones que pueden contrarrestarse.

Dolores Sánchez-Aguilar, dermatóloga de HM Rosaleda, de Santiago de Compostela.
Dolores Sánchez-Aguilar, dermatóloga de HM Rosaleda, de Santiago de Compostela.

El continuo lavado de manos, el uso de compuestos hidroalcohólicos e incluso utilización más frecuente de lo habitual de productos a base de lejía son las medidas recomendadas y más efectivas para la desinfección y protección frente al coronavirus. Sin embargo, a pesar de su eficacia, también pueden acompañarse de efectos no deseados sobre la piel porque alteran la barrera natural cutánea.

Las alteraciones se empezaron a ver desde el principio entre los profesionales del ámbito hospitalario y entre los que tenían estrecha relación con los pacientes. Pero, poco a poco, se han ido presentando entre la población general a partir del confinamiento. “Se ha observado un aumento de dermatitis irritativas, más que alérgicas, por el lavado de manos y el uso de geles hidroalcohólicos o de otros antisépticos de manera constante. Tampoco hay que olvidar que el estrés puede originar patología dermatológica o agravar la existente”, señala a DM Dolores Sánchez-Aguilar , dermatóloga del Hospital HM Rosaleda de Santiago de Compostela.

Atención a la patología previa

En pacientes con patología dermatológica previa –atópicos o con alguna forma de eccema-, las manifestaciones de dermatitis irritativa se agravan. “Desconocemos si con el tiempo se presentarán cuadros de dermatitis de contacto, pero en principio son de carácter irritativo”.

Dentro del contexto de la dermatitis atópica, en el que es muy frecuente el eccema de manos, o personas con otro tipo de dermatitis, psoriasis o eccema crónico de otra índole, es posible que aparezca un brote de su propia patología o una dermatitis irritativa asociada a su patología que debería ser abordado de forma más específica.

Pero, no todo está perdido, a pesar de que es absolutamente necesario proseguir con las medidas de higiene preventivas. “Desde luego, lo esencial es la seguridad; prevenirla infección por el coronavirus. Si el uso de la mascarilla es importante, también lo es la higiene de manos. Pero, ésta puede adaptarse empleando algún tipo de limpiador o jabón especiales más apropiado y secarlas muy bien. Una adecuada hidratación posterior, cuando notamos la piel seca y tirante, sería suficiente. No obstante, si aparece algún tipo de enrojecimiento o descamación se podría plantear el uso de algún corticoide tópico”.

El confinamiento ha provocado que la piel no se haya podido adaptar de forma progresiva como en años anteriores , por lo que, más que nunca, hay que extremar las medidas de protección solar. “Hemos estado mucho en casa, no ha habido tanta adaptación, y la fotoprotección debe aplicarse en muchas de las actividades diarias que hacemos, sobre todo, cuando se realizan al aire libre”.

Geles hidroalcohólicos y reacciones solares

Sobre si el uso de gel hidroalcohólico puede originar reacciones de hiperfotosensibilidad, Sánchez-Aguilar  subraya que no necesariamente. “Estos geles, que contienen alcohol en mayor o menor cantidad, tienen un efecto antiséptico, pero también secante, lo que provoca que un uso constante puede resecar la piel. Una buena hidratación, por tanto, juega un papel importante”.  A su juicio, el uso de estos geles puede dejar la piel más sensible, lo que agrava con el empleo de algunos perfumes o de componentes como conservantes, que pueden tener efectos fotosensibilizantes en contacto con la radiación solar. Las personas con antecedentes de reacciones cutáneas también deben extremar en este caso las precauciones”.

Las recomendaciones no han variado sustancialmente, pero deben tenerse presentes de forma más especial. En primer término, el uso de protección solar debe adecuarse al fototipo de cada persona y al tipo de piel. “Los dermatólogos insistimos mucho en la necesidad de usar protección solar, tanto en el ámbito profesional como en el lúdico. Es importante conocer nuestro tipo de piel y protegerla adecuadamente, más aún en estas circunstancias. Las personas con pieles más claras, que se queman fácilmente, deben extremar las precauciones y no desdeñar el uso de ropa adecuada, sombrero y gafas de sol, además de evitar la exposición directa en las horas centrales de día: entre las 12:00 de la mañana y las 16:00 horas de la tarde.

El uso de mascarillas, tanto en ambientes abiertos como cerrados, y sobre todo en aquellas personas que las tienen que utilizar de forma constante por su trabajo, acaba ocasionando alteraciones que, además, se agravan con las altas temperaturas actuales. “Empezamos a ver en la población patologías que eran ya frecuentes en profesionales sanitarios, como dermatitis de fricción y dermatitis de contacto irritativa, en las zonas en que hay más contacto entre la mascarilla y la piel: el puente nasal, detrás de las orejas o en las mejillas”.

El uso continuo de mascarilla, con las actuales altas temperaturas, puede ocasionar dermatitis de fricción e irritativas de contacto en pieles suspectibles

Al igual que ocurre con el uso continuado de geles hidroalcohólicos, las mascarillas pueden empeorar ciertos problemas cutáneos en personas con antecedentes de acné, rosácea o dermatitis seborreica, entre otros. Para evitarlo o minimizar sus consecuencias todo lo posible, la dermatóloga recomienda una buena higiene al retirar la mascarilla, así como una buena limpieza de la zona con limpiadores no jabonosos o sensibilizantes y, una vez más,  el uso de cremas hidratantes adecuadas al tipo de piel y a la edad de la persona, así como evitar el uso de maquillaje, ya que tiene un efecto oclusivo y puede empeorar estas patologías de base y provocar una irritación aún mayor.

 

#La #exposición al sol, mejor de forma gradual

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“Tener por fin de tiempo de ocio y las ganas de disfrutar del aire libre son un cóctel explosivo para la epidermis”, ha manifestado Susana Mezquita, de Cinfa.

Al empezar nuestras vacaciones, es mejor que nuestra exposición al sol sea gradual
Al empezar nuestras vacaciones, es mejor que nuestra exposición al sol sea gradual

“Disponer por fin de tiempo de ocio, sumado a las ganas acumuladas de disfrutar del aire libre y del sol, constituyen un cóctel explosivo para la epidermis“, ha reconocido Susana Mezquita, experta del Departamento Científico de Cinfa. A esto se suma que “la vulnerabilidad de la piel este verano es mayor que nunca, ya que otros años va habituándose poco a poco a los efectos del sol y cuando llega el buen tiempo, ya cuenta con cierta pigmentación. Sin embargo, ya desde hace unas pocas semanas y durante los próximos meses muchas personas se expondrán por primera vez al sol de manera brusca y, además, en un momento en que la intensidad de las radiaciones es muy elevada”, ha advertido.

Por todo ello, la mejor medida preventiva es exponerse al sol de forma progresiva: “Hemos de dosificar el número de horas que pasamos bajo sus rayos, sobre todo, los primeros días de playa, naturaleza o piscina. Se puede empezar por una hora y luego ir prolongando este tiempo, pero siempre fuera de las horas centrales del día”, ha recomendado.

También es necesario recurrir a barreras físicas, como sombreros o gafas de sol y hacernos con un buen fotoprotector que proteja frente a las radiaciones: infrarroja, ultravioleta e visible.

Tome nota

  • Retomar la exposición solar gradualmente.
  • Evita la exposición solar en las horas centrales del día.
  • Consulta los índices ultravioleta (IUV) a través de canales como la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet): a partir de 6, el riesgo es alto y se deben extremar las medidas de fotoprotección, así como elegir el SPF adecuado de los tratamientos.
  • Permanecer a la sombra.
  • Recordar que la mascarilla no protege del sol.
  • Utilizar un fotoprotector adecuado a tu fototipo y a las circunstancias de la exposición.
  • Usar ropa adecuada, sombrero y gafas de sol.
  • Educar los hijos sobre la necesidad de protegerse del sol.
  • Cuidado con las salas de bronceado.

#Usar #mascarilla y #fotoprotección y #beber agua, consejos para un #verano atípico

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Los brotes de contagios de coronavirus están a la orden del día, por lo que desde la botica hay que insistir en disfrutar de las vacaciones pero con precaución.

La fotoprotección es impresndible en verano para prevenir quemadura cutáneas.
La fotoprotección es impresndible en verano para prevenir quemadura cutáneas.

El mensaje debe ser claro desde la farmacia comunitaria: “No podemos relajarnos respecto al cumplimiento de las medidas de prevención sanitaria: las mascarillas, el lavado constante de manos, la distancia social y el sentido común no pueden faltar en nuestro día a día de estos próximos meses”. Al menos así lo cree, Julio Maset, médico de Cinfa.

Bien es cierto que llevar la mascarilla con temperaturas que en algunos puntos de España están alcanzando los 40 grados puede resultar muy incómodo. Es más, “llevarla durante mucho tiempo puede conllevar un aumento del ritmo de la respiración y una mayor sensación de calor, pues se acumula en ellas aire caliente y húmedo“, reconoce el experto. No obstante, insiste en que a los usuarios hay que recomendarles “su uso es generalizado e imprescindible, especialmente en los espacios cerrados y cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad”.

Mascarillas a parte, comenta que este contexto actual obliga a ser “más prudentes con el sol, con el fin de prevenir las insolaciones y golpes de calor”. Por eso, el consejo farmacéutico pasa por recordar que es “mejor  salir cuando las temperaturas son más suaves, antes de las 12 de la mañana y después de las 4-5 de la tarde; mantenerse cobijados bajo las sombrillas, toldos o árboles y usar sombrero de ala ancha y gafas de sol, pues eso ayudará a mantenerse frescos, aunque se lleve la mascarilla puesta”, concluye.

Beber agua suficiente es otra de las recomendaciones que se debe seguir este y todos los veranos. Según Maset, es imprescindible “para prevenir la deshidratación, uno de los riesgos que se acentúa con el uso de las mascarillas, por el aumento del sudor que provoca”.

Tome nota

Esto es lo que hay que recordar para transmitir a pie de mostrador.

  • Hay que protegerse frente a la Covid-19, también en vacaciones. Seguir con el lavado frecuente de las manos, la distancia de seguridad, y si se viaja fuera, informarse de los teléfonos de emergencia a los que recurrir en caso de comenzar a sentir síntomas respiratorios que puedan ser compatibles con el coronavirus.
  • Usa correctamente la mascarilla. Secar regularmente el sudor del rostro para evitar que la mascarilla se humedezca muy rápido y cambiarla más a menudo.
  • Busca lugares abiertos porque los cerrados implican mayor facilidad de transmisión del virus. Y si se va a playas o piscinas, respetar siempre los aforos y normas establecidas.
  • Bebe líquido de forma abundante.
  • Protegerse del sol y evitar las horas centrales del día. Se debe recordar que la mascarilla no protege de las radiaciones solares, así que hay que aplicarse en toda la cara un fotoprotector de factor 30 o superior, incluso aunque no se vaya a tomar el sol, ya que un paseo sin protección solar también puede ser origen de quemaduras en la piel.
  • Reaplicarse fotoprotector tras usar gel hidroalcohólico para prevenir manchas y quemaduras.
  • Cuidado con las picaduras. Prescindir de colonias o jabones con aromas demasiado dulces o intensos, ya que atraen a los mosquitos. En las zonas de mayor riesgo, usar ropa ligera que cubra toda la piel -preferentemente de color claro-, recurrir a mosquiteras por la noche y, sobre todo, aplicarse repelente de mosquitos que cuenten entre sus principios activos con la dietiltoluamida (DEET). También es práctico llevar encima un producto para después de las picaduras.
  • Utilizar un calzado flexible y de anchura adecuada a los pies para prevenir la aparición de rozaduras, callos o ampollas.
  • No dejarse puesto el bañador húmedo porque favorece el crecimiento de las bacterias que provocan la cistitis o infección del tracto urinario.
  • Preparar un botiquín con los productos esenciales y la medicación habitual.

#Diagnosing #Molluscum Contagiosum Can Be Tricky

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The way James R. Treat, MD, sees it, if there ever were a truism in the field of dermatology, it’s that everyone hates molluscum contagiosum.

“It tortures all of us,” Dr. Treat, a pediatric dermatologist at Children’s Hospital of Philadelphia, said during the virtual Pediatric Dermatology 2020: Best Practices and Innovations Conference. “It’s very distressing to parents, but often more distressing to parents than to kids.”

A viral disorder of the skin and mucous membranes characterized by discrete single or multiple, flesh-colored papules, molluscum contagiosum (MC) lesions often appear on the face, neck, armpits, arms, and tops of the hands in children. The abdomen and inner thighs can also be affected. “When you look at inflamed molluscum it can be very difficult to recognize because it looks like a more complicated infection,” said Dr. Treat, who is also associate professor of clinical pediatrics and dermatology, at the University of Pennsylvania, Philadelphia.

An epidemiologic review of 302 MC cases found that 80% of patients were aged younger than 8 years, 63% had more than 15 lesions, and 24% had concomitant atopic dermatitis (J Am Acad Dermatol. 2006; 2006;54[1]:47-54). “Children with atopic dermatitis often have their molluscum last longer,” he said. “The average time course for molluscum is 18 months, but it can certainly be longer than that. So if you say, ‘it’s probably going to go away in a few months,’ that’s probably not going to happen.”

The telltale MC lesion is glossy and contains a white core in the center that can be revealed by shining an otoscope sideways on the lesion. “Umbilication doesn’t always occur, but if the center part looks white, that will help with diagnosis,” Dr. Treat said. “If they’re inflamed and they’re red and you’re worried that there’s a bacterial infection, do a culture, pop the lesion open, and get some of the pus out. If you’re concerned, start them on antibiotics. It’s always worse to miss an infection than to overtreat molluscum. But once you’ve done it a few times and you realize that the cultures are coming back negative, then you’ll probably have your threshold a little higher.”

The most useful clinical sign of MC is the so-called “BOTE” (beginning of the end) sign, which is characterized by erythema and swelling of MC skin lesions. “When the parents come to us in pediatric dermatology, often it’s because their kids have had molluscum for a while,” he said. “It spreads and becomes inflamed and the parents ask, ‘Is it infected?’ The answer is, yes, it’s an infection, but it’s not infected with what you think it is [which is Staphylococcus or Streptococcus], it’s the virus being recognized by the body. When the virus is recognized by the body, it creates a huge inflammatory reaction. That’s usually the time at which the body has had enough of the virus, and it eradicates the rest of it. It means the inflammatory response is finding the molluscum and it’s going to take care of it.”

MC brings its own eczematous response, which can complicate efforts to confirm the diagnosis. Dr. Treat spoke of a young patient he recently saw who had an eczematous reaction on the inner parts of the arms and the upper flank – with no such clinical history. “It kind of came out of the blue,” he said. “You think about contact allergies and other types of dermatitis, but molluscum brings its own eczema. Often what the parents recognize is the eczematous eruption and not the little dots of molluscum. So if you see someone with a new eruption in typical molluscum areas – the flank and your thighs and the back of the legs – and they’ve never had eczema in the past, or they’ve only had mild eczema, think about eczema as a response to molluscum.”

MC can also result in a Gianotti-Crosti syndrome-like reactions (Arch Dermatol. 2012;148[11]:1257-64). “These are angry, inflamed red papules on the knees and on the elbows and on the buttocks and on the cheeks,” Dr. Treat said. “It typically spares the trunk, and they look like molluscum.”

He went on to note that MC can present as cysts, and that MC in the gluteal cleft is a mimicker of condyloma. MC can also cause conjunctivitis, which is increased in HIV patients and in those with atopic dermatitis. “These are patients who should probably see an ophthalmologist” to make no damage has occurred, Dr. Treat said.

He closed his remarks by noting that rarely, MC can be the presenting sign of an immunodeficiency. “The immune system dysregulation that shows up this way is called a DOCK8 mutation, which have eczema and widespread viral disease including warts and molluscum,” Dr. Treat said.

Dr. Treat reported having no financial disclosures.

This story originally appeared on MDedge.com.

#COVID-19 : ne pas passer à côté de certains #symptômes inhabituels

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France — Entre les patients asymptomatiques et la longue liste de symptômes possibles en cas de Covid-19, le diagnostic clinique n’est pas toujours aisé… Si la fièvre ou les signes respiratoires sont les principaux symptômes, différents organes peuvent être touchés avec apparition de troubles digestifs, d’embolies pulmonaires ou artérielles périphériques ou d’autres tableaux inauguraux moins typiques. Dans un communiqué, l’Académie de médecine fait le point sur certaines présentations cliniques moins fréquentes du Covid-19 qui ne doivent pas être méconnues [1] :

  • D’un point de vue neurologique, outre l’agueusie et l’anosmie désormais bien connues, d’autres manifestations plus exceptionnelles peuvent être liées au Covid-19, comme une ophtalmoplégie ou un syndrome de Guillain-Barré. Un syndrome confusionnel, des troubles mnésiques ont également été rapportés en particulier chez les sujets âgés ainsi que des AVC ischémiques liés à l’activité thrombogène du SARS-CoV-2. Par ailleurs, l’apparition de douleurs constrictives, erratiques et durables peuvent être d’origine neurologique.
  • Au niveau cutané, des pseudo-engelures ont été décrites, notamment chez l’enfant et l’adulte jeune, et peuvent être douloureuses. Leur évolution est habituellement favorable en une semaine mais une récidive est possible. La dyshidrose, des vésicules, une urticaire, un exanthème, des pétéchies et un livedo sont plus rares.
  • Concernant les tableaux cliniques évocateurs de la maladie de Kawasaki, ils ont été décrits chez l’enfant avec des signes digestifs initiaux, dont de fortes douleurs abdominales, puis un choc cardiogénique avec une fraction d’éjection effondrée. Au niveau cutané on peut observer un érythème puis une desquamation. Les enfants touchés sont plus âgés (9 à 17 ans) que dans la forme habituelle de la maladie de Kawasaki : on parle alors de syndrome inflammatoire multisystémique pédiatrique (PIMS).
  • Au niveau endocrinien et métabolique, les atteintes sont probablement liées au fait que l’enzyme de conversion de l’angiotensine 2 (ACE2), qui est le récepteur d’entrée dans la cellule du SARS-CoV-2, est présente sur de nombreux organes : testicules, ovaires, hypothalamus, hypophyse, thyroïde et pancréas. On peut par exemple observer un déficit de la production de testostérone qui pourrait contribuer à l’état de profonde fatigue et est corrélé à la sévérité de la maladie. L’hypokaliémie fréquemment rapportée pourrait résulter de la fixation du virus sur l’ACE2 et de la synthèse accrue d’aldostérone. La lymphopénie observée dans certaines formes graves ne permet pas d’exclure des situations d’hypocortisolisme, qui avaient déjà été observées avec le SARS. Des cas de thyroïdite subaiguë ont été rapportés. Une hypocalcémie peut être observée, de même qu’une hyperglycémie favorisée par la majoration de l’insulinorésistance et une atteinte directe de la glande pancréatique avec une élévation des taux d’amylase et de lipase.

L’Académie de médecine rappelle qu’un test de dépistage du Covid-19 doit être prescrit au moindre doute.

 

Cet article a été publié initialement sur Univadis.fr, membre du groupe Medscape.

 

 

 

 

 

 

#La #lesión cutánea acral por #coronavirus, en tela de juicio

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Dos nuevos estudios en ‘JAMA Dermatology’, uno de ellos llevado a cabo en el Hospital La Fe de Valencia, indican que aún hace falta más investigación para afirmar que el SARS-CoV-2 causa perniosis en los pies.

Dermatólogos del Hospital La Fe de Valencia.
Los autores del estudio, del Servicio de Dermatología del Hospital La Fe de Valencia, y su equipo de médicos internos residentes.

Dermatólogos de todo el mundo han referido series de pacientes donde se mostraban manifestaciones cutáneas que podían asociarse a la infección por el coronavirus SARS-CoV-2.

En estas series, incluida la publicada en British Journal of Dermatology con pacientes adultos, se describía un patrón acral de máculas, pápulas y/o vesículas purpúreas eritematosas.

Las perniosis descritas, que también se han denominado “dedos de los pies Covid”, se diagnosticaron coincidiendo con la pandemia y con relativa frecuencia en pacientes pediátricos.

Ahora un estudio del Servicio de Dermatología del Hospital La Fe de Valencia, y su equipo de médicos internos residentes, que se publica en The Journal of American Medical Association (JAMADermatology plantea otras hipótesis sobre las lesiones detectadas en piel en menores y su posible relación con la Covid-19.

En este trabajo, han analizado una serie de 20 niños y adolescentes de entre 1 y 18 años, atendidos en La Fe durante el mes de abril en quienes no han identificado el coronavirus como causante de ninguno de estos casos. Estas conclusiones coinciden con otro estudio similar realizado en hospitales belgas y que también se publica en este número de JAMA Dermatology. Ante los resultados expuestos en ambos trabajo, un editorial en la revista médica apunta a continuar con la investigación en la asociación de Covid-19 y lesión cutánea.

Juncal Roca, médica interna residente (MIR) de 4º año del Hospital La Fe y primera firmante del artículo, sintetiza a DM el mensaje principal de su investigación: “Con los métodos que se tienen disponibles en la mayoría de hospitales no hemos conseguido detectar coronavirus en los pacientes con estas lesiones cutáneas. Sin embargo, no estamos excluyendo la posibilidad de que estén relacionados”. De hecho, la especialista considera que no descartan continuar sus investigaciones utilizando otros métodos de detección más específicos, en concreto, técnicas de inmunohistoquímica o bien microscopía electrónica en biopsias de las lesiones.

En concreto, los médicos de La Fe llevaron a cabo este estudio prospectivo a 20 niños que consultaron en urgencias por pequeñas manchas violáceas en la piel de las manos y/o los pies que podían ulcerarse o acompañarse de algún nódulo. “Llamaba la atención que ninguno de estos niños había tenido fiebre u otros síntomas de la infección por coronavirus ni tampoco sus familiares o convivientes”, continúa Roca.

Lo menores fueron sometidos a un estudio exhaustivo que incluía una analítica completa, serologías y PCR para detección de coronavirus y de otros virus que podrían originar lesiones similares en la piel. “Además, en algunos de los casos, también se realizó una biopsia de piel para su estudio microscópico”.

Los resultados de esas pruebas descartaron en todos los casos la presencia del coronavirus u otros agentes víricos. Además, ni los menores ni sus convivientes presentaron durante la evolución síntomas de coronavirus, “y las lesiones de la piel se curaron sin dejar secuelas” apunta otro de los autores, Ignacio Torres- Navarro, especialista en Dermatología del Hospital La Fe, que acaba de terminar su residencia y que actualmente desarrolla un proyecto de investigación.

Maculopápula purpúrica en los dedos de los pies.
Maculopápula purpúrica en los dedos de los pies. (JAMA)

Posible relación con el confinamiento

Una hipótesis de estos investigadores que explicaría que no se haya demostrado al coronavirus como causante de las lesiones de su serie es que “podría tratarse de una manifestación de la infección por coronavirus muy tardía o bien que estas lesiones de la piel podrían estar originadas por otras causas todavía no identificadas, pero quizás relacionadas con los cambios en la vida diaria que han causado la pandemia y el ulterior confinamiento” señala Rafael Botella, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital La Fe.

En este sentido, el equipo médico explica que se han realizado estudios similares en otros centros españoles y extranjeros, sin embargo, “no en todos ellos se ha realizado un estudio tan completo, con test de PCR y serología de todos los pacientes, ni un seguimiento posterior estrecho”. Por otro lado, “otros estudios de características similares al nuestro han llegado a conclusiones similares”, indica Roca.

Si bien es cierto que la relación de las manifestaciones de la piel con el coronavirus es aún controvertida, lo que resulta más relevante tanto para otros especialistas médicos como para los pacientes en el momento actual es que en todos los casos la evolución ha sido favorable.

Es decir, “en caso de que se tratase de un síntoma de SARS-CoV-2, sería una situación leve y poco transmisible a personas adultas o ancianas, que tampoco desarrollarían enfermedad grave” especifica Botella.

#Cáncer: #cuidar la piel mejora la #autoestima y disminuye #miedos e #incertidumbre

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Tener unas rutinas cotidianas para que el cutis luzca sano favorece, según los expertos, el relax y la sensación de control de la imagen del enfermo oncológico.

Los pacientes con cáncer si se cuidan la piel mejoran la autoestima.
Los pacientes con cáncer si se cuidan la piel mejoran la autoestima.

Bloqueo emocional, incertidumbre, miedo, tristeza, baja autoestima, apatía y agotamiento emocional son algunas de las emociones que pueden sentir los pacientes con cáncer, en función del momento y características de la patología y de las características y factores personales. Así lo ha puesto de manifiesto la psicooncóloga Fátima Castaño, que ha participado en un webinar organizado por la Fundación Stanpa, en el que se ha hablado de los talleres que esta organización imparte en los hospitales públicos españoles para instruir a estos pacientes en el cuidado de la piel y en la mejora de la imagen.

La alteración de la imagen es uno de los trastornos que estos enfermos sufren y tiene consecuencias psicológicas importantes en ellos: “Tener imagen de enfermedad, mayor percepción de vulnerabilidadbaja autoestima y estado de ánimo y reducción de la actividad social”.

Para ayudar a los pacientes a superar ese impacto psicológico, en los talleres de la Fundación Stanpa se les instruye en los cuidados básicos de la piel y de la imagen porque “está demostrado que contribuye a afrontar de forma positiva la patología y la sensación de control de su propia imagennormaliza los cambios en el aspecto y favorece la autoaceptación; disminuye los miedos y la incertidumbremejora la autoestima, y favorece el relax diario”.

Además, como ha añadido Pilar Cairó, directora del programa Ponte guapa, te sentirás mejor, que engloba los talleres mencionados, ha defendido que el cuidado personal cotidiano de un paciente con cáncer “indica el esfuerzo por su parte por afrontar sus tratamientos, por verse y sentirse mejor consigo mismo y con los que lo rodean”.

En concreto, ha afirmado que cuidar la piel es importante antes, durante y después del tratamiento oncológico. “Por efectos secundarios de las terapias oncológicas, durante el tratamiento, la piel sufre cambios en todo el cuerpo, que dependerán de la terapia pautada y del paciente. Eso sí, la mayoría son reversibles cuando finaliza el tratamiento y se pueden equilibrar y aliviar con los cuidado dermocosméticos apropiados”. Pero ha hecho una advertencia: “Siempre se precisa la valoración del equipo médico responsable antes de realizar cualquier tratamiento cosmético”.

Efectos secundarios en la piel

En concreto, Cairó enumeró los siguientes efectos en la piel y en la imagen:

  • Alopecia/disminución de la densidad capilar.
  • Cambios en el tono de la piel: hiperpigmentación, hipopigmentación, enrojecimiento o tono cetrino.
  • Sequedad y descamación.
  • Irritación pos radioterapia.
  • Prurito.
  • Aparición de vello.
  • Reacciones alérgicas.
  • Brotes de sensibilidad.
  • Acné.
  • Erupciones.
  • Queratosis cicatricial.
  • Escaras.
  • Uñas quebradizas, cutículas inflamadas y onicomicosis.

Lo que no se debe hacer

Pero no todos los cuidados cosméticos valen. De hecho hay ciertas prácticas que los pacientes con cáncer no deben hacer, a juicio de Cairó:

  • Realizar tratamientos de cabina en centros de estética.
  • Frecuentar balnearios o spa.
  • Hacerse manicuras en centros de manicura.
  • Hacerse micropigmentaciones ni tatuajes.
  • Utilizar cejas y pestañas positivas.
  • Masajes, salvo los que sean por prescripción del médico o enfermero.

Lo básico

Entre los cuidados básicos que sí están indicados en este grupo de población, es la limpieza cutánea (de ojo y rostro); la hidratación (de contorno de ojos, rostro, cuello, escote y cuero cabelludo), y protección solar.

La portavoz de la Fundación Stanpa ha mencionado el importante papel que juega el maquillaje para mejorar la imagen del paciente oncológico, puesto que corrige imperfecciones derivadas del tratamiento, entre ellas, sequedad, manchas, eritemas, exantemas. “Nosotros en los talleres -añade- no enseñamos a que se maquillen para ir a una fiesta, sino que nos centramos en el maquillaje básico para que tengan un aspecto lo más natural posible y se vean bien”. Por ello, se centran en la base de maquillaje, corrección de ojeras, polvos matificantes (polvos de sol), corrección de cejas, maquillaje de ojos (sombras, delineado y máscara de pestañas), colorete y delineado de labios.

Cuidado de las uñas

Durante su intervención, Cairó no se ha olvidado de las uñas, que están más frágiles y son más vulnerables a las infecciones. Entre los consejos que los profesionales sanitarios pueden dar para su cuidado destacan: evitar cortar las cutículas (retirarlas con palito de naranja); aplicar crema hidratante específica para prevenir la sequedad, las roturas y los padrastros; no usar limas sobre manchas o estrías, y mejor no aplicar esmalte de color, ya que oculta posibles cambios de aspecto.

#Covid-19: #Isolamento social pode provocar o surgimento de #doenças psicodermatológicas

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Doenças dermatológicas podem surgir devido a questões psicológicos durante a pandemia de Covid-19 devido ao isolamento social imposto

A necessidade de isolamento social por conta da pandemia do novo coronavírus pode provocar estresse, sentimento de angústia, ansiedade e medo em muitas pessoas, principalmente as que vivem sozinhas. Além de distúrbios psicológicos, devido às ações de combate à Covid-19, outros problemas podem aparecer nos consultórios médicos, como o aparecimento de doenças psicodermatológicas. Aliás, essa é uma área da dermatologia que interage simultaneamente entre as doenças de pele e a saúde mental dos pacientes.

Entre as principais queixas psicodermatológicas estão a acentuação da queda de cabelos, a piora da dermatite atópica, o agravamento da psoríase e até o reaparecimento de manchas brancas de vitiligo, que já estavam pigmentadas.

 

Pesquisa: doenças psicodermatológicas na pandemia

Uma pesquisa realizada no início de maio pela Associação Brasileira de Psiquiatria (ABP) com cerca de 400 médicos associados de 23 estados e do Distrito Federal, correspondentes a 8% do total de psiquiatras do país, mostra que 89,2% dos especialistas entrevistados destacaram o agravamento de quadros psiquiátricos em seus pacientes devido à pandemia de Covid-19.

De acordo com o levantamento, 47,9% dos consultados indicaram aumento nos atendimentos após o início da pandemia. Essa expansão atingiu até 25%, em comparação ao período anterior, para 59,4% dos psiquiatras entrevistados.

Cerca de 45% dos entrevistados afirmaram ter percebido queda no número de atendimentos, por razões diversas, entre as quais interrupção do tratamento pelo paciente com medo de contaminação pelo vírus, restrições de circulação impostas pelas autoridades e redução no atendimento aos grupos de risco.

A pesquisa da ABP mostra também que 67,8% dos médicos receberam pacientes novos, que nunca haviam apresentado sintomas psiquiátricos antes do início do isolamento social. Outros 69,3% relataram ter atendido pacientes que já haviam recebido alta médica, mas que tiveram recidiva de seus sintomas.

Recomendações

A Sociedade Brasileira de Dermatologia (SBD) reforça que algumas pessoas são mais sensíveis a determinadas situações. De acordo com a entidade, pessoas portadoras de transtornos ansiosos e depressivos pioram muito com o isolamento social, uma vez que ficam forçadas a se afastar fisicamente de seus familiares e amigos, além da sensação de aprisionamento.

Esses indivíduos podem desenvolver quadros de pânico, insônia pelas incertezas quanto à doença e ao futuro e, inclusive, pensamentos suicidas.

 

“Os médicos, em especial os dermatologistas, devem estar atentos para registrar e catalogar, com o suporte de fotos e exames histopatológicos, manifestações cutâneas em pacientes com diagnóstico positivo para a Covid-19. Dessa forma, os profissionais podem oferecer importantes contribuições ao esclarecimento de hipóteses que apontam para possíveis relações entre a Covid-19 e as doenças de pele ou em mucosas detectadas nestes pacientes”, diz a nota publicada no portal da SBD.

Para evitar o agravamento das cormobidades, os médicos devem incluir em suas recomendações bons hábitos; uma alimentação equilibrada com ingestão de líquidos, a manutenção de um bom período de sono e a prática regular de atividades físicas. Banhos de sol diários e terapia online também devem ser priorizados.

*Esse artigo foi revisado pela equipe médica da PEBMED

Referências bibliográficas:

#El confinamiento por #COVID-19 afecta al diagnóstico y empeora el pronóstico de los #tumores cutáneos

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MADRID, ESP. Entre los efectos colaterales derivados de la pandemia por SARS-CoV-2 se encuentran la ralentización y en muchos casos la suspensión de la atención y el seguimiento de un buen número de patologías. Un ejemplo es el caso de los tumores cutáneos.

Con el objetivo de determinar el impacto de la pandemia sobre este tipo de cánceres se puso en marcha un estudio becado por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) dirigido a medir el efecto que este retraso ha podido tener en el diagnóstico y tratamiento de lesiones cutáneas graves en general y del melanoma y los carcinomas de células escamosas en particular.[1]

Los resultados del estudio referentes al melanoma se han publicado en el Journal of European Academy of Dermatology and Venereology, y los datos sobre ambos tipos de cáncer cutáneo están en proceso de publicación en Actas Dermo-Sifioliográficas.

Dr. Antonio Tejera-Vaquerizo

“Desde el inicio del confinamiento, decretado el 14 de marzo, la mayor parte de los recursos sanitarios se dedicó a los pacientes COVID-19. La mayoría de los servicios pasó a atender mediante telemedicina, o simplemente aplazó sus citas, porque sus miembros estaban destinados en las plantas en las que se trataba a los afectados por el SARS-CoV-2”, declaró a Medscape en español el Dr. Antonio Tejera-Vaquerizo, dermatólogo del Instituto Dermatológico GlobalDerm, y autor principal del estudio.

“Al igual que ocurrió en otras especialidades, nosotros nos planteamos qué iba a pasar con los pacientes con cáncer de piel si no estaban siendo vistos ni operados, debido tanto a estas circunstancias como a las reticencias a acudir al médico por miedo al contagio”.

Modelo de crecimiento exponencial

El Dr. Tejera-Vaquerizo explicó que para realizar una aproximación lo más real posible se establecieron cálculos basados en el crecimiento de los tumores cutáneos que más fallecimientos provocan, como el melanoma, como primera causa (con más de 1.000 fallecimientos anuales en España) y el carcinoma de células escamosas como segunda causa (aproximadamente 400 fallecimientos anuales en nuestro país).

“Los tumores cutáneos se diferencian de los tumores internos en que son visibles y, por tanto, la mayoría de los pacientes recuerda desde cuándo los tiene. Esta información de tiempo de evolución, aunque subjetiva, se ha revelado en diversas publicaciones como un dato bastante creíble”.

“Con estos datos de evolución, y extrapolando cómo sería su tamaño inicial, se determinó para cada tumor su función de crecimiento exponencial y, con ello, se hizo una extrapolación de lo que pasaría con su tamaño en los meses siguientes. Esta estimación ha permitido determinar cómo serían los tamaños y grosores de estos tumores con una demora de 1, 2 y 3 meses”, comentó el autor principal del estudio.

Para llevar a cabo esta aproximación se utilizaron las bases de datos del Instituto Valenciano de Oncología y la información procedente de Squamata, un proyecto multicéntrico para el estudio de factores pronósticos de carcinomas de células escamosas en el que participan: Hospital Universitari Clínic Barcelona Hospital Universitari Vall d’Hebron (Barcelona); Hospital Universitari Germans Trias i Pujol (Badalona); Hospital de Oviedo, Hospital Virgen Macarena (Sevilla); Hospital de Turín (Italia) y la Unidad de Investigación de la Academia Española de Dermatología y Venereología.

Concretamente, se analizaron los datos de 200 pacientes con carcinoma de células escamosas en la región de la cabeza y el cuello y de 1.000 pacientes con melanoma cutáneo, estimando el crecimiento de ambos tipos de tumores a través del modelo exponencial.

Importante impacto en la sobrevida

Para los autores, el principal hallazgo consistió que en una situación hipotética en la que se demore al menos un mes la extirpación de melanomas o carcinomas de células escamosas aumenta de forma considerable la frecuencia de tumores grandes o gruesos, con el consiguiente incremento de la mortalidad.

“Estos resultados son preocupantes, ya que reflejan que en un escenario en que toda la población se encuentre recluida y no se estén diagnosticando ni tratando este tipo de lesiones”, dijo el Dr. Tejera-Vaquerizo.

“Se estima que para los carcinomas de células escamosas un mes de retraso en el diagnóstico supone una pérdida en la sobrevida de hasta 4 puntos a los 2 años, y de 5 puntos a los 5 años. Si el retraso se prolonga a los 3 meses, esta cifra cae a 7 y 8 puntos, respectivamente”.

La situación es similar e incluso más negativa en el caso del melanoma, ya que el retraso de un mes en el diagnóstico se traduce en una pérdida de 6 puntos en la sobrevida a los 5 años y de 7 puntos a los 10 años. “Si el diagnóstico se hace 3 meses más tarde, la sobrevida cae en 13 puntos a los 5 años y en 15 puntos a los 10 años”, añadió el experto.

Aplicando de forma más gráfica los datos a la realidad de estos pacientes en España, el Dr. Tejera-Vaquerizo explicó que considerando que la sobrevida global en el caso del melanoma es de 85% a los 5 años (aunque con los nuevos tratamientos las cifras pueden ser mejores), un mes de retraso en el diagnóstico reduciría este dato a menos de 79% a los 5 años, y a 71% a los 10 años.

En los carcinomas de células escamosas la sobrevida es superior a 86% a los 2 años y a 80% a los 5 años, así que retrasar un mes su detección la reduce a 82% y a 75%, respectivamente.

Sobre la posibilidad de extrapolar estos resultados a otros tipos de cáncer de piel, el Dr. Tejera-Vaquerizo apuntó que se pueden aplicar al resto de tumores cutáneos no melanomas, como carcinomas de células de Merkel o carcinomas en general. Sin embargo, “en este trabajo nos hemos centrado en los dos tipos que provocan más mortalidad”.

Asimismo, el especialista confirmó que esta investigación va a tener continuidad en el tiempo y que de hecho ya está en marcha: “Este estudio es una estimación matemática, en un escenario de demora completa de toda la población (esta es una de sus debilidades, ya que no se ajusta a la realidad, pues algunos pacientes han sido valorados física o telemáticamente)”.

“Ahora toca analizar el efecto real que ha tenido el confinamiento en estas patologías, y para ello ya se está realizando un estudio multicéntrico en España, con 16 centros involucrados, en el que se van a comparar tanto el número de tumores intervenidos como su grosor y estadiaje durante el trimestre posterior al confinamiento y el mismo periodo del año pasado. Además se intentará analizar las distintas causas de este retraso a fin de diseñar estrategias de futuro ante nuevos confinamientos”, destacó.

Consecuencias indirectas: no todo es COVID-19

Dra. Margarita Majem

Al referirse al panorama asistencial de estos pacientes, así como al que se perfila una vez superada la actual crisis sanitaria, la Dra. Margarita Majem, del Servicio de Oncología Médica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, quien no participó en el estudio, comentó a Medscape en español cómo, con motivo de la pandemia, se ha observado un paro en los circuitos de diagnóstico tanto de los tumores cutáneos como en otras patologías.

“Esto podría tener consecuencias en la sobrevida de los pacientes, como apunta el estudio. De hecho, durante la pandemia el número de primeras visitas en los servicios de oncología médica ha disminuido mucho, concretamente, en más de 80% – 90%, debido a que prácticamente no se ha operado a pacientes oncológicos y no se han realizado pruebas de imagen ni biopsias. Por consiguiente, esto también va a incrementar las listas de espera, tanto para la realización de pruebas como para las intervenciones”, señaló la especialista.

En cuanto a las consecuencias de esta situación, la Dra. Majem destacó que las primeras visitas de las consultas externas de la mayoría de los servicios se han retrasado, mientras que las consultas de seguimiento se han llevado a cabo de manera telemática “lo que implica que en algunos pacientes con melanoma se puede haber retrasado el diagnóstico, con el riesgo de un mayor grosor que ello conlleva”.

“También hemos observado que los pacientes con enfermedad avanzada llegan a nuestras consultas con mayor carga tumoral y están más sintomáticos. Todo esto puede tener consecuencias, como aumento de los estadios de melanoma, que a su vez va a repercutir en los costos sanitarios”.

Por su parte, el Dr. Tejera-Vaquerizo hizo hincapié en que si bien durante los últimos meses se ha informado mucho sobre la infección por SARS-CoV-2 y sus efectos, se habla muy poco de las posibles consecuencias indirectas que va a suponer la desatención de otras patologías, como las oncológicas.

“Aunque la cirugía oncológica sigue activa, estamos asistiendo de forma alarmante a una disminución en la atención de personas con procesos graves, probablemente debido a una decisión de los propios pacientes, que por miedo al contagio de COVID-19, no acuden o retrasan la consulta con el dermatólogo al detectarse una lesión en la piel, ya que interpretan que la valoración de estas alteraciones cutáneas malignas se puede demorar, dadas las circunstancias actuales”, puntualizó.

Telemedicina: un valor seguro en la era pospandemia

Tanto en la gestión de la crisis sanitaria como en el escenario asistencial que se perfila a corto-medio plazo, la telemedicina está desempeñando un papel protagonista, que es aún más relevante en el caso de las patologías cutáneas.

“La telemedicina ha supuesto para muchos centros el único nexo de comunicación con el paciente. Se ha terminado de implantar en aquellos centros que no la tenían, y se ha potenciado en los que ya disponían de este servicio. De hecho, una parte del estudio actualmente en marcha se centrará en evaluar si los centros con telemedicina implantada han tratado lesiones más precoces que los que no disponen de esta prestación”, afirmó el Dr. Tejera-Vaquerizo.

Asimismo, el clínico destacó que en la situación posterior a la pandemia, la telemedicina va a implementarse de forma progresiva, lo que en el caso de los tumores cutáneos irá acompañado de medidas como la teledermatología, para facilitar el acceso de los pacientes a estos especialistas, además de la promoción de la autoexploración cutánea, que puede ayudar a prevenir retrasos en el diagnóstico.

Por su parte, la Dra. Majem explicó que actualmente en la Sociedad Española de Oncología Médica se realiza entre los socios una Encuesta sobre el uso de telemedicina en tiempos de COVID-19:[2] “Los resultados nos permiten constatar que 100% de los encuestados ha utilizado alguna herramienta de telemedicina, principalmente la llamada telefónica o el correo electrónico, lo que demuestra que el empleo de estas herramientas ha sido bien aceptado entre los oncólogos. Sin embargo, el uso de videollamadas ha sido muy escaso. En línea con esto, desde la Sociedad Española de Oncología Médica hemos creado un grupo de trabajo sobre telemedicina en oncología médica”.

 

#Nueva hipótesis sobre cómo ciertos #químicos producen #dermatitis de contacto

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Aunque se han identificado múltiples compuestos químicos, presentes en cremas, cosméticos y otros productos de consumo, capaces de desencadenar reacciones alérgicas dermatológicas, el mecanismo por el que se producen estas reacciones sigue siendo un misterio.

Un estudio sugiere que la respuestá está en la forma en que algunos productos químicos desplazan las grasas en las células de la piel, y aporta una nueva vía para el tratamiento de la dermatitis de contacto.

El trabajo, firmado por investigadores de la Universidad de Columbia y el Hospital Brigham and Women (ambos en Estados Unidos) y la Universidad de Monash (Australia), se publica en la web de Science Immunology.

La dermatitis de contacto comienza a desencandenarse cuando las células T del sistema inmune reconocen un químico como un elemento extraño. Pero muchos compuestos pequeños tienen que unirse a una proteína de un tamaño mayor para que sea visible por las células T.

“Sin embargo, muchos compuestos pequeños que desencadenan una dermatitis de contacto alérgica carecen de los grupos químicos necesarios para que se produzca esta reacción”, afirma la investigadora Annemieke de Jong, de la Universidad de Columbia. “Estas pequeñas sustancias químicas deberían ser invisibles para las células T, pero no lo son”.

El papel de CD1a

Los investigadores sospecharon que CD1a, que es una molécula abundante en las células de Langerhans (células inmunológicas situadas en la capa externa de la piel), podría ser la responsable de hacer que estos químicos sean visibles para las células T.

En su estudio, en cultivos de células humanas, los investigadores identificaron más de una docena de químicos conocidos que se unían a CD1a y activaban las células T. Entre estas sustancias químicas están el bálsamo del Perú y el farnesol, que se encuentran en muchos productos de cuidado personal, como cremas para la piel, pasta de dientes y fragancias.

“El estudio allana el camino para llevar a cabo estudios de seguimiento que confirmen el mecanismo en pacientes alérgicos y diseñar inhibidores de respuesta“, afirma Jong, al tiempo que advierte de que hay que tomar con cautela los resultados hasta que se confirmen en seres humanos.

Las moléculas CD1a normalmente se unen a las grasas naturales de la piel en su interior en forma de túnel. Estas grasas sobresalen del túnel, creando una barrera física que impide que CD1a interactúe con las células T.

La investigación demuestra cómo el farnesol se escondió dentro del túnel de CD1a, desplazando las grasas naturales residentes. “Este desplazamiento hace que la superficie CD1a sea visible para las células T, lo que resulta en una reacción inmunológica”, explica De Jong.

Grasas como posible terapia

Se abre así la posibilidad de que la dermatitis de contacto se detenga con la aplicación de grasas que desplazen las que están causando la reacción inmunológica. “Gracias a estudios previos, conocemos la identidad de varias grasas que pueden unirse a CD1a pero que no activan las células T“, dice.

Actualmente, la única forma de detener estas reacciones alérgicas es identificar y evitar el contacto con el químico que provoca la alergia. Los ungüentos tópicos pueden ayudar a calmar las erupciones, que generalmente desaparecen en menos de un mes. En los casos más graves puede ser necesario prescribir corticoides orales.