Saúde da mulher. Salud de la mujer

Protocolo de limpieza vaginal frena las infecciones de la herida quirúrgica profundas después de operación cesárea

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Un plan de mejora de la calidad que incorpora limpieza vaginal y azitromicina redujo significativamente las infecciones de la herida quirúrgica después de partos por cesárea, informó la Dra. Johanna Quist-Nelson, de la University of North Carolina, en Chapel Hill, Estados Unidos.[1]

“Las infecciones de la herida quirúrgica después de una operación cesárea son más frecuentes si la paciente está en trabajo de parto o tiene rotura de membranas”, manifestó en el Congreso del American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) de 2020, efectuado de manera virtual.

Dos opciones para reducir el riesgo de infecciones de la herida quirúrgica después de cesárea para estas pacientes en trabajo de parto o con rotura de membranas son limpieza vaginal y azitromicina, utilizadas además de los antibióticos preoperatorios, señaló la Dra. Quist-Nelson. Ella y sus colaboradores llevaron a cabo un estudio de mejora de la calidad sobre los efectos de una implementación escalonada de limpieza vaginal y azitromicina para reducir las infecciones de la herida quirúrgica en el parto por cesárea en esta población con alto riesgo. Los datos se obtuvieron de 2016 a 2019 en la Thomas Jefferson University, en Filadelfia, Estados Unidos.

“Tratamos de disminuir 30% nuestra tasa de infecciones de la herida quirúrgica adoptando una intervención de limpieza seguida de azitromicina”, destacó.

Los investigadores añadieron limpieza vaginal al protocolo de prevención de las infecciones de la herida quirúrgica en enero de 2017, agregando azitromicina en marzo de 2018. La limpieza vaginal consistía en 30 segundos de limpieza en dirección anterior a posterior antes de la inserción de la sonda urinaria. Se administró azitromicina en dosis de 500 mg por vía intravenosa además de los antibióticos preoperatorios y al cabo de una hora de la operación cesárea.

Un total de 1.033 partos reunió los requisitos para el estudio al encontrarse las pacientes en trabajo de parto o con rotura de membranas; de ellos, 291 se llevaron a cabo antes de las intervenciones, 335 pacientes recibieron limpieza vaginal únicamente y 407 recibieron limpieza vaginal y azitromicina. La edad promedio de las participantes era de 30 años; aproximadamente 42% de raza negra y 32% de raza caucásica.

El protocolo de limpieza reduce las infecciones de la herida quirúrgica

En general, la tasa de infecciones de la herida quirúrgica fue de 22% en el grupo con tratamiento estándar, 17% en el grupo que recibió limpieza vaginal y 15% en el grupo asignado a limpieza vaginal más azitromicina. Cuando se analizaron según tipo de infección no ocurrieron infecciones de la herida quirúrgica profundas en el grupo asignado a limpieza vaginal o en el asignado a limpieza más azitromicina, en comparación con 2% en el grupo asignado a tratamiento estándar (= 0,009).

Además, la endometritis, que es una infección de la herida quirúrgica en el espacio de un órgano, fue más baja de manera estadísticamente significativa en el grupo asignado a limpieza (10%) y en el grupo asignado a limpieza más azitromicina (11%), en comparación con el grupo asignado a tratamiento estándar (16%).

Los hallazgos del estudio fueron limitados por factores que incluyeron el uso de historias clínicas electrónicas para la recolección de datos y, puesto que es un estudio para mejora de la calidad, hay falta potencial de generalización a otros centros. El estudio se enfocó en pacientes con alto riesgo de infecciones de la herida quirúrgica y el uso del método Plan-Do-Study-Act para llevar a cabo la investigación, indicó la Dra. Quist-Nelson. En comparación con el tratamiento estándar, la implementación de la limpieza vaginal redujo 33% la tasa de infecciones de la herida quirúrgica, sin cambio adicional significativo en las infecciones de la herida quirúrgica después de añadir azitromicina, concluyó.

Compartir datos mejora el cumplimiento

En una sesión de preguntas y respuestas, la Dra. Quist-Nelson señaló que se eligió povidona yodada para la limpieza vaginal porque era fácilmente accesible en su centro, pero que a las pacientes con alergias se les aplicó clorhexidina. La limpieza en sí fue “principalmente vaginal, no limpieza vulvar completa”, aclaró. La limpieza se realizó inmediatamente antes de colocar la sonda, e incluyó la uretra.

Cuando se le preguntó sobre estrategias para aumentar el cumplimiento, la Dra. Quist-Nelson señaló que compartir datos era útil, es decir, “informar del cumplimiento actual a nuestro grupo”, así como compartir información por correo electrónico y comentarlo durante las rondas multidisciplinarias.

El estudio fue un proyecto para mejora de la calidad y no un estudio aleatorizado, de manera que los investigadores no pudieron distinguir entre el efecto de la limpieza vaginal y el de azitromicina, destacó la Dra. Quist-Nelson.

Con base en sus resultados, la Dra. Quist-Nelson dijo que recomendaría la utilización del protocolo en pacientes que requieren operación cesárea después de iniciar el trabajo de parto o que tienen rotura de membranas, y que “hay estudios que respaldan el uso de las dos intervenciones”.

Los resultados indican oportunidades para otros estudios aleatorizados, incluido el examen del uso de azitromicina oral frente a intravenosa, añadió.

El estudio no recibió financiación externa. La Dra. Quist-Nelson ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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Citar este artículo: Protocolo de limpieza vaginal frena las infecciones de la herida quirúrgica profundas después de operación cesárea – Medscape – 24 de dic de 2020.

Los sacaleches ‘manos libres’ e invisibles ya están aquí

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Las tecnologías han permitido desarrollar aparatos más cómodos, discretos y que, incluso, están conectados al móvil y avisa cuándo el contenedor está lleno.

Los sacaleches 'inteligentes' han supuesto un gran innovación, ya que son dispositivos 'wearables' de pequeño tamaño, ligeros y sin cables.
Los sacaleches ‘inteligentes’ han supuesto un gran innovación, ya que son dispositivos ‘wearables’ de pequeño tamaño, ligeros y sin cables.

Muchos dispositivos electrónicos que se usan en la actualidad son más un lujo que una necesidad. Los sacaleches o extractores de leche materna aparecieron en el mercado para cubrir una necesidad: ayudar a las mujeres en la tarea de amamantar a sus bebés. Como en casi todos los campos, estos artefactos han evolucionando mucho y hoy se pueden encontrar con programas automáticos, otros que se conectan con el móvil, incluso, sacaleches inteligentes.

La lactancia materna es la primera opción elegida por las mujeres que tienen un bebé y es la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante los primeros seis años de vida de un recién nacido. Sin embargo, según los datos que maneja la Asociación Española de Pediatría, aunque el 80% de las mujeres quieren dar el pecho cuando dan a luz, el 71% abandona a las tres semanas; el 66% a los tres meses, más o menos cuando tiene que incorporarse al trabajo, y el y 47%, a los seis meses.

Los extractores de leche han supuesto una gran ayuda para esas madres que quieren mantener la lactancia materna, así como para aquellas que tienen varios hijos o se encuentran en otras situaciones difíciles donde la lactancia se complica.

Para conocer las principales innovaciones en el campo de la extracción de leche materna, Juana Aguilar, coordinadora de lactancia materna del Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid, uno de los centros que más ha apostado por la lactancia materna y que cuenta con el Banco de Leche Regional de la Comunidad de Madrid, destaca que es esencial conocer las condiciones básicas que deben cubrir estos dispositivos.

Qué debe cumplir un sacaleches

Aguilar subraya que un aspecto fundamental es que cuente con distintos números de copa para que la mujer pueda elegir el que mejor se le adecúe a su pecho; una premisa que algunos dispositivos no cumplen. Además, debería tener varias velocidades y que se puedan seleccionar diversas potencias o intensidades para la fase de la estimulación, donde se promueve la eyección de la leche, así como para la fase propiamente dicha de extracción.

Ana Isabel Anocibar, matrona en el centro de salud de Almendrales (Madrid) y miembro del Comité de Expertos de la Asociación Española de Matronas, coincide en señalar que es esencial que el sacaleches tenga varios tamaños para acoplarse al pecho de la mujer, en especial la zona del pezón para evitar lesiones posteriores.

Pero, además de estos condicionantes, los extractores de leche de última generación están pensados para ser más eficientes y aportar comodidad a las mujeres que los usan, y muchos se apoyan en aplicaciones tecnológicas que ayudan a llevar un seguimiento de la duración de cada sesión de extracción.

Sacaleches inteligentes

Una de las grandes innovaciones en este campo son los denominados sacaleches inteligentes, que se han dado a conocer como los extractores de leche portátiles o manos libres. Se trata de wearables de pequeño tamaño, ligeros y sin cables diseñados para su uso dentro del propio sujetador de lactancia estándar, lo que permite una total movilidad de la mujer.

Estos aparatos se conectan en segundos a pequeñas bolsas o contenedores de leche con capacidad para unos 120 o 150 mililitros. Se colocan directamente en el pecho y se accionan con un interruptor con el que da inicio el bombeo de la leche. Lo bueno de estos aparatos es que se pausan automáticamente cuando el contenedor está lleno sin la necesidad de que la mujer tenga que estar pendiente. El hecho de que sean casi imperceptibles es un plus porque son discretos y permiten a la mujer poder realizar otras tareas mientras se extrae.

No son para todas

Sin embargo, a juicio de Aguilar, consultora certificada internacional en lactancia materna, estos dispositivos presentan algunos inconvenientes, ya que no reúnen algunas de las premisas mencionadas anteriormente que debe cumplir un buen sacaleches, entre ellas, que algunos no ofrecen la opción de adaptarse a las diferentes copas de mamas, por lo que no sería útil para todas las mujeres.

Además, considera que el procedimiento de la extracción requiere de una relajación que permita a la persona prepararse previamente y mentalmente para esta tarea; y ponerse un dispositivo, sin más, en muchas mujeres no funciona. “No olvidemos que extraerse la leche no es como oír música, sino que requiere de cierta concentración e introspección”, advierte.

Estos dispositivos vienen acompañados, como casi toda la tecnología actual, de aplicaciones gratuitas para el móvil que monitorizan el volumen de leche extraído y ofrecen consejos y recomendaciones a las madres sobre lactancia. Algunas, incluso, permiten controlar el extractor en remoto desde el smartphone. ¿Una pega? Son unos dispositivos, al menos los que hay hasta ahora en el mercado, que tienen un precio que ronda entre los 300 y los 500 euros, una cifra que dista mucho de los 35 euros de media de un extractor manual tradicional o los 65 de uno eléctrico convencional.

Los dispositivos invisibles que se colocan dentro del sujetador presentan la desventaja de que no tienen varios tamaños

Otras novedades que se pueden encontrar en el mercado se refieren a mejoras en la utilización de los sacaleches, como el uso de agua en lugar de aire para realizar la compresión y succión de la mama; motores giratorios que aporta comodidad en la extracción; dispositivos que incluyen masajes de los senos, los que ayuda en la estimulación del pecho, y baterías recargables, entre otros avances.

Pero, sin duda, una de las principales demandas que venían haciendo las madres es que los sacaleches fueran más silenciosos, evitando el molesto ruido que de siempre ha acompañado a los sacaleches tradicionales, sobre todo, los motores de los eléctricos. Aunque parezca más un capricho que una necesidad, Anocibar subraya que el sonido del motor puede suponer una carga psicológica y emocional importante para un acto tan íntimo como es el de extraerse la leche, tal como han constatado algunas empresas que llevan años fabricando estos aparatos. “La lactancia materna es muy dura y es importante tener en cuenta que la mujer debe estar tranquila, ver que tiene leche y sentirse cómoda, por lo que la ayuda de cualquier mejora en los dispositivos es buena”, defiende.

Sacaleches dobles

Otro avance muy accesible ya en España son los sacaleches dobles. Son aparatos que cuentan con dos dispositivos para extraer la leche de ambas mamas al mismo tiempo. Son muy útiles para madres que tienen partos múltiples o pequeños enfermos, lo que genera que la lactancia puede suponer una carga y un estrés adicional para la mujer que quiere iniciar esta forma natural de alimentar a su hijo.

A juicio de la matrona, estos artículos cuentan con dos ventajas: “Por un lado, consiguen generar una mayor producción láctea, ya que, al estimular los dos pechos a la vez, se aumenta la eficiencia de lactación y, sobre todo, disminuye el tiempo que se emplea. Tengamos en cuenta que el factor tiempo en una madre es importantísimo”, esgrime.

Aunque hay sacaleches dobles para uso doméstico –por ejemplo, para embarazos gemelares-, la mayoría son de uso hospitalario y se pueden utilizar durante la estancia en el centro sanitario. Tienen mayor potencia y pueden llegar a tener un coste de hasta 1.000 euros. Se usan mucho en los Bancos de Leches de los centros sanitarios donde las mamás que están amamantando a su bebé deciden donar el resto de leche que producen para su uso en recién nacidos que lo necesitan, como niños con alguna patología o los que son prematuros.

Alquiler o préstamo de dispositivos

Sean eléctricos o manuales, en los últimos años han proliferado los alquileres de sacaleches. Son muchas las empresas que no solo comercializan estos aparatos sino que los ponen a disposición de las madres que quieran utilizarlos y no quieran hacer un desembolso, no estén seguros sobre su uso o lo hagan de forma esporádica. Asimismo, estos alquileres son frecuentes en diversos centros y tiendas de puericultura.

La matrona explica que hay hospitales, como el 12 de Octubre, que ofrecen un servicio de préstamos de sacaleches para las mujeres durante el puerperio, y no solo para las que dan a luz en el centro sino también para quienes lo soliciten y aquellas que participan en el Banco de Leche. 

Valorar necesidades para elegir bien

Los sacaleches han evolucionado mucho, pero antes de empezar a pensar en cuál elegir, es importante pararse a valorar la necesidad real de su uso para poder decidir cuál es el que mejor se adapta.

Empezando por la necesidad, esta es la misma en todas las mujeres: la separación entre madre e hijo. Pero no es lo mismo hacerlo porque no se puede mantener la lactancia directa, como puede ser el caso de los bebés prematuros, que si es por parto múltiple, por motivos laborales, porque se tiene el pecho ingurgitado, para tener un banco de leche propio o, simplemente, para ir un día al cine. 

A juicio de Anocibar, “uno de los aspectos esenciales es el factor comodidad y bienestar. Si una mamá se siente bien con uno manual porque ve que le sale leche suficiente y psicológicamente se motiva, no necesita nada más. Todo lo que contribuya al bienestar psicológico y de relajación de una mujer recién parida va a favorecer la lactancia”.

Otro aspecto a tener en cuenta es el tiempo que se va a utilizar. Si se va a completar la extracción tras la succión del bebé, quizás con uno manual es suficiente, mientras que para lactancias prolongadas es mejor uno eléctrico. O si se prefiere también se puede alquilar. El precio también puede ser un factor, ya que una inversión en un sacaleches eléctrico de última generación puede suponer un desembolso importante.

“Lo mejor es buscar respaldo en personas de confianza que tengan la experiencia suficiente para solventar sus dudas, ya sea la ginecóloga, matrona, enfermera, farmacéutica o personas de grupos de ayuda a la lactancia que suelen ser de gran ayuda”, asegura.

Uso de álcool influencia sobrevida de pacientes com câncer de mama triplo negativo

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Uma pesquisa brasileira avaliou como os fatores sociodemográficos, clínicos e patológicos influenciam os desfechos em mulheres com câncer de mama triplo negativo (CMTN).

O câncer de mama é a neoplasia maligna mais comum entre mulheres na maior parte do mundo. O câncer de mama triplo negativo, definido como “tumor negativo para receptores de estrogênio, progesterona e fator de crescimento epidérmico humano 2 (HER2, sigla do inglês, Human Epidermal Growth Factor 2)”, corresponde a 12% a 17% dos casos.

Esse tipo de câncer frequentemente ocorre em mulheres mais jovens e é associado a mau prognóstico.

Pesquisadores do Instituto Nacional de Câncer (Inca) avaliaram mulheres diagnosticadas com câncer de mama triplo negativo entre 2010 e 2014 que foram submetidas a quimioterapia neoadjuvante seguida de cirurgia curativa.

O estudo foi publicado no periódico Breast Cancer: Basic and Clinical Research.

O Dr. Jessé Lopes da Silva, oncologista clínico no Inca e primeiro autor do estudo, destacou ao Medscape, por e-mail, a importância dessa pesquisa: “O atendimento oncológico das pacientes com câncer de mama deve ser global e multifacetado. Estar focado apenas em questões específicas do tratamento antineoplásico, sem focar nas circunstâncias sociodemográficas, pode induzir a resultados inferiores”, explicou.

Detalhes do estudo

Foram incluídas 235 pacientes com câncer de mama triplo negativo na coorte, após a exclusão de 702 mulheres com doença metastática, tratadas com cirurgia primária, inelegíveis para cirurgia curativa após o tratamento neoadjuvante ou cujas condições gerais ou comorbidades tornavam a quimioterapia neoadjuvante proibitiva.

A média de idade das participantes foi de 50,1 anos, com predominância de brancas (47,6%), com pelo menos oito anos de instrução (55,2%). O índice de massa corporal (IMC) médio foi de 28,1 kg/m².

Tabagismo e consumo de álcool foram relatados por 24,2% e 22,9% das pacientes, respectivamente.

A maioria das pacientes apresentava tumor avançado ao diagnóstico (85,1% em estadiamento ≥ IIIa). O subtipo histológico predominante foi carcinoma ductal invasivo de alto grau (72,1%).

No momento da cirurgia, 23,4 % das pacientes apresentava invasão linfovascular e 11,0% tinha invasão perineural.

Mastectomia foi o tratamento de escolha para 97,4% das pacientes, e foi realizada dissecção axilar em 86,8% delas. Menos de 7% das mulheres fizeram quimioterapia após a cirurgia. O tempo médio entre o diagnóstico e o início do tratamento foi de 90 dias.

Uma resposta patológica completa, definida como ausência de tumor viável na mama e axila, ocorreu em 21,2% das mulheres. O único fator que influenciou a taxa de resposta patológica completa foi o estadiamento II, com uma razão de chances ajustada (aOR, sigla do inglês, adjusted Odds Ratio) de 2,95 (intervalo de confiança, IC, de 95%, de 1,25 a 6,86; P = 0,12).

As pacientes foram acompanhadas por uma mediana de 64,3 meses, com recorrência locorregional ocorrendo em 21,7% dos casos, e recidivas à distância em 40,4% dos casos. Os sítios distantes mais frequentes foram pleuropulmonar, linfonodal, hepático, ósseo e sistema nervoso central.

A sobrevida livre de eventos em três anos foi de 59,4% (IC 95%, de 53,4 a 66,2%) e em cinco anos foi de 53,3% (IC 95%, de 47,0 a 60,5%).

Pacientes com resposta patológica completa tiveram uma redução de 85% no risco de eventos em comparação com aquelas que não apresentaram resposta patológica completa (razão de risco ou hazard ratio, HR, de 0,15; IC 95%, de 0,06 a 0,34; P < 0,001).

Quanto à sobrevida global, a probabilidade de estar viva em três e cinco anos foi, respectivamente, de 68,2% (IC 95%, de 62,3 a 74,6%) e 59,6% (IC 95%, de 53,0 a 66,5%). A mediana de sobrevida global foi de 83,36 meses.

A resposta patológica completa também influenciou a sobrevida global. Pacientes com resposta patológica completa tiveram uma redução de 89% no risco de morte versus aquelas que não apresentaram resposta patológica completa (HR de 0,11; IC 95% de 0,04 a 0,31; P < 0,001).

O consumo de álcool influenciou tanto a sobrevida livre de eventos como a sobrevida global, aumentando em 74% o risco de algum evento (P = 0,02) e em 97% o risco de morte (P = 0,002). Já o tabagismo não teve impacto estatisticamente significativo nessas taxas.

Fatores de mau prognóstico

Os dados de sobrevida e outros desfechos da pesquisa mostram o mau prognóstico de boa parte dos casos de câncer de mama triplo negativo.

Uma questão importante a ser considerada é que, muito frequentemente, as mulheres foram diagnosticadas tardiamente, já com um estadiamento avançado, e que o tempo mediano entre o diagnóstico e início do tratamento foi bastante longo.

O Dr. Jessé destacou ainda a importância de se considerar a carga tumoral residual após a quimioterapia neoadjuvante. “Hoje, para câncer de mama triplo negativo, já temos algumas sugestões de tratamento adjuvante complementar de manutenção, como o uso da capecitabina adjuvante, baseado no estudo CREATE-X”, explicou.

Quanto ao consumo de bebidas alcoólicas, os autores do estudo discutem que pode haver interferência do álcool na farmacocinética da quimioterapia, assim como implicações sociais relacionadas com uma menor adesão ao tratamento.

“Essa influência pode potencialmente se dar tanto de forma direta, por meio de alterações do metabolismo de drogas antineoplásicas, quanto de forma indireta pela pior adesão dessas pacientes às recomendações de tratamento oncológico.”

Entretanto, para aprimorar essas conclusões, seria importante avaliar dados como dose e frequência de consumo, que não estavam disponíveis nessa coorte.

O Dr. Jessé informou que os autores têm a intenção de realizar estudos prospectivos sobre o tema, e, possivelmente, pesquisas intervencionistas.

“Entender os fatores sociodemográficos que cercam a população de pacientes com câncer de mama e suas influências nos resultados finais do tratamento oncológico pode ser crucial na abordagem dessas pacientes, principalmente em populações potencialmente mais vulneráveis, como é o caso da população atendida no Sistema Único de Saúde (SUS)”, concluiu.

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Citar este artigo: Uso de álcool influencia sobrevida de pacientes com câncer de mama triplo negativo – Medscape – 23 de outubro de 2020.

Una estrategia de tres pasos puede ayudar a aliviar uno de los trastornos vulvares más pruriginosos

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Una estrategia de tres pasos puede ayudar a aliviar el prurito en pacientes con liquen simple crónico, “uno de los trastornos más pruriginosos que afectan la vulva”, señaló un experto en el congreso anual sobre enfermedades de la vulva y la vagina, presentado por la International Society for the Study of Vulvovaginal Disease.

Puede ser útil que algunas pacientes, como aquellas que tienen sudoración excesiva o psoriasis subyacente, sean atendidas por un dermatólogo, señalaron los médicos en el congreso.

El tratamiento debe dirigirse a optimizar la función de barrera epitelial, reducir la inflamación y detener el prurito, indicó la Dra. Lynette Margesson en una conferencia en el congreso bienial que realizó la International Society for the Study of Vulvovaginal Disease (ISSVD). “Ante este trastorno siempre hay que buscar más de un problema”, enfatizó la especialista.

El liquen simple crónico es un exantema grueso, hiperqueratósico, firme y pruriginoso, que puede aparecer por encima de cualquier dermatitis. “No se presenta sin causa”, dijo la Dra. Maresson, una ginecoobstetra en la Geisel School of Medicine en Dartmouth, en Hanover, Estados Unidos. “Esto se debe a frotación y rascadura crónicas, más que a cualquier otro factor”.

Puede aparecer encima de dermatitis atópica, psoriasis o dermatitis por contacto, así como infección, liquen escleroso, liquen plano, o neoplasia.

El liquen simple crónico se caracteriza por prurito constante durante años, y las pacientes pueden despertar por la noche rascándose. La piel se ve y se siente correosa, y el trastorno puede estar circunscrito o alrededor de toda la vulva. El calor, la humedad, el estrés y las sustancias irritantes pueden exacerbarlo.

Las pacientes a menudo tratan de eliminar el exantema lavándose con limpiadores del cutis, lo cual solo empeora el problema, agregó la Dra. Margesson.

Para que las pacientes mejoren hay que optimizar la función de barrera, por ejemplo, controlando las infecciones, reduciendo la sudoración, evitando sustancias irritantes o suspendiendo la higiene excesiva. El tratamiento inmediato puede incluir compresas húmedas y frías, así como ungüentos.

Un esteroide superpotente de reducción gradual (por ejemplo, clobetasol a 0,05%), tratamiento de reducción gradual con prednisona o triamcinolona intramuscular, puede reducir la inflamación. Generalmente la Dra. Margesson utiliza clobetasol, aunque este tratamiento o halobetasol, puede arder si las pacientes tienen la piel abierta. En tales casos utiliza prednisona o triamcinolona intramuscular.

Los fármacos sedantes ayudan a las pacientes a dejar de rascarse, en especial por la noche. Son útiles hidroxizina, doxepina o amitriptilina 2 a 3 horas antes de acostarse. La rascadura puede ser una forma de trastorno obsesivo-compulsivo, y una pequeña dosis de citalopram puede ayudar durante el día. Pacientes con factores psicológicos importantes pueden ser difíciles de tratar, y tienen fácil propensión a las recaídas, agregó la Dra. Margesson.

Si hay recidiva del liquen simple crónico se evalúan infecciones y alergias. “Tal vez necesitan un corticoesteroide leve en todo momento, como hidrocortisona a 2,5% para alternar con su esteroide superpotente, de manera que pueda utilizarse por más tiempo sin que se adelgace la piel”, recomendó.

Aunque la Dra. Margesson por lo general no trata la hiperhidrosis, resolver la sudoración excesiva puede hacer gran diferencia para las pacientes, puntualizó.

Si un ginecólogo identifica una paciente que pueda beneficiarse del tratamiento de la hiperhidrosis, pero tiene escasa experiencia con fármacos para este trastorno, podría ser congruente colaborar con un dermatólogo, señaló durante un debate de panelistas la Dra. Aruna Venkatesan, jefa de dermatología, y directora de la clínica de dermatología genital en el Santa Clara Valley Medical Center, en San José, Estados Unidos. La mayoría de los dermatólogos trata con regularidad la hiperhidrosis, comentó.

Los dermatólogos también pueden ayudar a tratar pacientes con psoriasis que necesitan medicación sistémica, añadió la Dra. Margesson.

“En lo que respecta a la vigilancia mediante análisis de laboratorio y saber qué efectos secundarios buscar, sus colegas que utilizan estos fármacos se van a sentir más cómodos”, señaló la Dra. Venkatesan. También pueden tener más experiencia para resolver las negaciones de las compañías de seguro para obtener un tratamiento. “No es que se pase la pelota a alguien más. A veces esto es lo correcto: obtener esa ayuda de alguien más”.

La Dra. Margesson es autora de UpToDate. La Dra. Venkatesan ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Este artículo se publicó originalmente en MDedge.com, parte de la Red Profesional de Medscape.

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Citar este artículo: Una estrategia de tres pasos puede ayudar a aliviar uno de los trastornos vulvares más pruriginosos – Medscape – 2 de oct de 2020.

#Iniciar o rastreamento aos 40 anos com mamografia reduz mortalidade por câncer de mama?

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Médica analisa mamografia de paciente com mais de 40 anos para rastreio de câncer de mama

Iniciar o rastreamento aos 40 anos com mamografia reduz mortalidade por câncer de mama?

 

Segundo estudo britânico, a resposta é SIM! Ainda sobre o controverso e muitas vezes “inflamado” debate a cerca da melhor idade para iniciar o rastreamento do câncer de mama por mamografia, acaba de ser publicado um importante estudo britânico chamado UK AGE TRIAL.

Método do estudo

O estudo incluiu 53.883 britânicas de 23 unidades de rastreamento na Inglaterra, Escócia e País de Gales na faixa de 39-41 anos para realizar mamografia anual (grupo de intervenção) até completarem 48 anos e usou como grupo controle 106.953 mulheres (randomização 1:2) que só iniciaram o rastreamento após os 50 anos de idade conforme as diretrizes habituais do NHSBSP (Programa Nacional de Rastreamento de Mama do Serviço Nacional de Saúde do Reino Unido). O desfecho avaliado foi a mortalidade por câncer de mama. O seguimento foi até 2017 alcançando em média 23 anos. O recrutamento ocorreu entre 1990-1994, ainda antes da mamografia digital estar disponível.

Resultados

Com relação aos resultados, os pesquisadores observaram uma redução significativa da mortalidade por câncer de mama (VINTE E CINCO por cento) com 10 anos iniciais de seguimento com 83 mortes no grupo da intervenção contra 219 no controle (risco relativo [RR] 0,75 [95% CI 0,58–0,97]; p = 0,029). Após esse período inicial não houve diferença significativa na mortalidade, 126 vs 255 mortes foram documentadas (RR 0,98 [0·79–1,22]; p = 0,86). Estudos anteriores e meta-análises avaliavam que a redução de mortalidade era da ordem de 13-16% para o grupo que iniciou precocemente o rastreamento.

Esta atual publicação incluiu mais 6 anos em média de seguimento, e os pesquisadores reforçam a redução da mortalidade nas mulheres que iniciam o rastreamento com cerca de 40 anos sem aumento do overdiagnosis (sobrediagnóstico), tão questionado pelos críticos.

Limitações

Os autores referem algumas limitações do estudo. Primeiro que a intervenção ocorreu entre os anos de 1990 e o início dos anos 2000. Os tratamentos eram os daquela época. O exame incluía apenas uma incidência de mamografia (?!) e desta forma a capacidade de detecção de câncer de mama seria limitada, não podendo ser comparada com as mamografias digitais de hoje em dia com pelo menos 2 incidências (médio-lateral-oblíqua/crânio-caudal). Isto posto, a estimativa dos autores para a redução de mortalidade seria conservadora. Do outro lado, a melhoria dos tratamentos adjuvantes pode reduzir a “eficácia” do rastreamento precoce nos tempos atuais. De qualquer maneira, existe uma vantagem evidente em termos de sobrevida em fazer diagnóstico e tratamento em estádios iniciais, sem falar na redução do impacto social, físico, psicológico de tratamentos caros, agressivos e muitas vezes mutiladores de pacientes em estádios avançados.

Mensagem final

Nem precisa perguntar para as pacientes o que elas preferem, se seria melhor fazer uma cirurgia conservadora, muitas vezes seguida de radioterapia localizada e hormonioterapia e sem quimioterapia, ou fazer uma quimioterapia, cirurgia radical, etc.

No mundo ideal estudos com os atuais exames de mamografia e tratamentos adjuvantes desta era deveriam ser feitos em mulheres com menos de 50 anos, mas não dá para esperar mais 23 anos para descobrir isso. Some-se a isso o fato de que nos países como o Reino Unido apenas 15% dos casos de câncer de mama ocorrem em mulheres com menos de 50 anos, já em nosso país este número chega a 30-40% dos casos. Talvez aqui o rastreamento mais cedo seja ainda mais importante.

Se negarmos o rastreamento a essas mulheres jovens, podemos comprometer o diagnóstico precoce de milhares de brasileiras. Mamografia não é perfeita, mas é o melhor exame para rastreamento, e reduzir a mortalidade em 25% é muito relevante. É hora de mudar esse cenário.

 

PebMed

Autor(a):

Referências bibliográficas:

  • Duffy S, Vulkan D, Cuckle H, Parmar D , Sheik S, Smith R A, et al. Effect of mammographic screening from age 40 years on breast cancer mortality (UK Age trial): final results of a randomised, controlled trial. The Lancet. Published online August 12, 2020 doi:10.1016/S1470-2045(20)30398-3.

#COVID et #grossesse : l’importance du suivi prénatal

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Londres, Royaume-Uni – L’incidence des morts in utero a augmenté depuis le début de la pandémie de Covid-19 d’après une étude qui a comparé les données de grossesses avant et au cours de la pandémie dans un hôpital londonien. Un constat qui ne semble pas être le même dans les maternités françaises. Malgré certaines faiblesses méthodologiques – une seule maternité, seulement deux périodes analysées…, cette étude rappelle l’importance du suivi prénatal même en période de crise sanitaire.

« L’augmentation des morts in utero est peut-être le résultat d’effets indirects comme la réticence à se rendre à l’hôpital alors que c’est nécessaire (par exemple en cas de diminution des mouvements du fœtus), la peur de contracter le coronavirus ou le fait de ne pas vouloir surcharger le système de santé » expliquent la Pr Asma Khalil et ses co-auteurs (St George’s University of London, Royaume-Uni) dans le JAMA[1].

Interrogée par Medscape sur la situation française, le Dr Olivia Anselem (gynécologue obstétricienne, maternité Port-Royal, Paris) a indiqué : « ce n’est pas un constat qu’on a fait. Nous n’avons pas observé d’excès de mort fœtale mais on peut imaginer que si le suivi des grossesses avait été dégradé, on aurait abouti à une situation semblable ».

Une comparaison avant-pendant la pandémie

Pour évaluer précisément les taux de mort fœtale in utero et d’accouchement avant le terme, les chercheurs ont mené une étude rétrospective au St George’s Hospital de Londres. Ils ont comparé deux périodes : une période pré-Covid19 du 1er octobre 2019 au 31 janvier 2020 et une période pandémique du 1er février 2020 au 14 juin 2020.

Au cours de ces deux périodes, l’âge médian des mères au moment de la naissance de leur bébé était de 33 ans. Au cours de la période pré-pandémique, le nombre de naissances s’est élevé à 1681. Il y a eu 1718 naissances au cours de la période pandémique.

Bien qu’il y ait eu moins de femmes nullipares et de femmes avec de l’hypertension artérielle pendant la période pandémique, l’incidence des morts in utero a été significativement plus importante (n=16, soit 9 pour 1000 naissances) que pour la période précédente (n=4, soit 2 pour 1000 naissances). La différence est de 7 pour 1000 naissances (IC95% [1,83-12,0], P=0,01). Le taux constaté pendant la pandémie demeurait plus élevé même quand les interruptions tardives de grossesse pour malformations fœtales étaient exclues (différence de 6 pour 1000 naissances ; IC 95%[1,54-10,01] ; P=0,01).

Aucune des femmes dont la grossesse s’est achevée par une mort fœtale in utero n’avait de symptômes du Covid. Les examens du placenta n’ont pas révélé d’infection par le nouveau coronavirus. Il n’y avait pas de différences significatives entre les deux périodes concernant les naissances avant 37 semaines de gestation, celles après 34 semaines de gestation, les admissions en néonatalogie ou encore les césariennes.

De l’importance de l’examen clinique

« C’est important d’éclairer les effets de cette pandémie sur les patientes enceintes, même quand elles ne sont pas infectées » explique le Dr Shannon Clark (University of Texas Medical Branch, Gavelston, Etats-Unis).

Elle considère que cette augmentation de la mortalité in utero est liée à la réticence des patientes à la fois à bas et haut risque à se rendre dans un hôpital en pleine pandémie mais aussi aux changements de prise en charge des femmes au cours de leur grossesse, et notamment une diminution des examens d’imagerie.

« Vérifier la tension, les changements de poids et comment le bébé grandit » dit-elle « ces choses simples ne peuvent pas être faites par télémédecine ».

« Surveiller la tension ou encore mesurer la hauteur du ventre pour dépister un éventuel retard de croissance in utero à surveiller impliquent un examen cliniqu. » abonde le Dr Anselem. A la maternité Port-Royal, des téléconsultations avaient été mises en place pour les grossesses à bas risque. Les femmes dont la grossesse nécessitait une surveillance plus étroite ont été reçues à la maternité pour leur suivi de grossesse.

« Nous nous sommes aussi rendu compte que les femmes continuaient de venir aux urgences et les motifs de consultation étaient les mêmes qu’habituellement » a-t-elle observé. En revanche, autre constatation : dans cette maternité parisienne de niveau 3, contrairement à une période hors pandémie, la fréquentation des urgences pour des symptômes très modérés, pouvant être pris en charge par un médecin de ville, a diminué.

Quid du Covid chez les femmes enceintes ?

« A Port-Royal, sur la cinquantaine de femmes enceintes Covid +, la majorité a développé une forme mineure sans aucun impact sur le développement du fœtus. Quelques cas de forme sévère ont nécessité de pratiquer une césarienne avant le terme pour que les mères puissent être admises en réanimation. Aujourd’hui, les mères et les bébés vont tous bien » indique Olivia Anselem. Aucune transmission materno-foetale a été observée à Port-Royal, contrairement à l’hôpital Antoine-Béclère (COVID-19: un cas français de transmission in utero)

De ce côté-ci de la Manche, une étude s’est intéressée au profil et au devenir des femmes enceintes touchées par le Sars-CoV-2 [2]. Plus de 600 femmes suivies dans 33 maternités françaises différentes ont été incluses pour l’analyse. Au 14 avril, parmi les 617 femmes enceintes infectées, 93 (soit 15,1%) étaient oxygénorequérantes et 35 (5,7%) avaient une forme sévère de Covid-9. La sévérité de la maladie était associée à l’âge (plus de 35 ans), à l’obésité, à un diabète pré-existant, à un antécédent de pré-éclampsie ou encore à une hypertension gestationnelle ou une pré-éclampsie.

Quant aux naissances avant la 37ème semaine, elles ont concerné 13/123 (10,6%) des femmes avec une forme non-sévère, 14/29 (48,3 %) des femmes oxygénorequérantes et 23/29 (79,3 %) de celles atteintes d’une forme sévère. Les naissances avant la 32ème semaine ont concerné respectivement 3/123 (2,4 %), 4/29 (13,8 %), et 14/29 (48,3 %).

L’article a été publié initialement sous le titre Stillbirth incidence increases during COVID-19 pandemic sur MDedge.com, membre du réseau Medscape. Traduit/adapté/complété par Marine Cygler

#Lénograstim : le #risque d’accident thromboembolique artériel et veineux ajouté aux RCP

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Saint Denis, France — Des mises en garde sur le risque d’accident thromboembolique artériel et veineux associé à l’administration de Lénograstim (Granocyte) seront ajoutées aux RCP et à la notice du produit. Une surveillance étroite est donc recommandée chez les patients et les donneurs ayant des facteurs de risque connus de thrombose.

Pour rappel, ce facteur de croissance hématopoïétique qui stimule les progéniteurs des polynucléaires neutrophiles est indiqué dans la réduction de la durée des neutropénies chez certains patients (thérapie myélosuppressive, chimiothérapies) ainsi que chez les patients et les donneurs sains pour la mobilisation des cellules souches hématopoïétiques dans le sang périphérique.

La décision d’ajouter les mentions de risque d’accident thromboembolique artériel et veineux a été prise au niveau européen lors de la réunion mensuelle du Comité pour l’Evaluation des Risques en matière de Pharmacovigilance (PRAC) de l’Agence européenne des médicaments (EMA) de juin dernier, indique l’ANSM[1].

Elle fait suite au signalement de cas de thromboembolie veineuse (notamment thrombose veineuse profond et embolisme pulmonaire) et de thromboembolie artérielle (notamment infarctus du myocarde et accident cérébrovasculaire).

 

#Pathologie hypertensive de la #grossesse et #risque maternel de développer dans le futur des #complications cardiovasculaires

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Daniel ROTTEN, Paris

L’existence d’un lien entre pathologie hypertensive au cours de la grossesse et risque accru de développer des complications cardiovasculaires dans le futur a été mise en évidence par de nombreux auteurs(2). Un antécédent de prééclampsie ou d’hypertension gravidique peut doubler le risque ultérieur de présenter une cardiopathie ischémique ou un accident vasculaire cérébral(3,4). Néanmoins, cette augmentation n’est pas retrouvée danstoutesles publications, du moins avec une telle intensité(5).

Si la corrélation statistique est constituée, le lien physiopathologique entre les deux situations n’est pas établi. Question : la survenue d’une pathologie hypertensive au cours d’une grossesse est-elle simplement le marqueur d’un terrain vasculaire sous-jacent anormal que la grossesse révélerait ? Inversement, est-ce la pathologie hypertensive de la grossesse qui dégrade le système vasculaire ? Dans cette hypothèse, la pathologie hypertensive serait à l’origine d’une atteinte endothéliale ou d’une lésion d’autres structures vasculaires pendant la grossesse, et la lésion persisterait après l’accouchement. La question n’est pas seulement théorique. Dans la seconde hypothèse en effet, la durée pendant laquelle la patiente estsoumise à la pathologie hypertensive serait un facteur d’aggravation du pronostic cardiovasculaire ultérieur. Elle devrait donc être raccourcie au maximum.

Une étude de cohorte

Pour essayer d’avancersurla question, J.I. Rosennbloom et coll. ont exploité un fichier américain, répertoriant de manière exhaustive toutes les hospitalisations survenant dans les établissements de l’état de New York(1). Y figurent en particulier le motif de chaque hospitalisation, codé selon la Classification internationale desmaladies, et le code des actes réalisés. Le but primaire de ce fichier est de permettre une analyse de la qualité dessoins et des coûts. Mais en croisant les items, il est possible de relier pour une même patiente trois paramètres : les hospitalisations pour un accouchement compliqué de pathologie hypertensive ; le délai entre le diagnostic d’hypertension de la grossesse et la naissance ; enfin, l’existence d’une hospitalisation à distance de la mère pour pathologie cardioou cérébrovasculaire. Le protocole de l’étude est résumé dans l’encadré.

Résultats

Dans l’intervalle de temps de l’étude, le nombre de patientes enceintes hospitalisées pour pathologie hypertensive dont le dossier est analysable est de 22 594. Dans l’immense majorité des cas, le délai entre diagnostic de l’hypertension et accouchement est compris dansl’intervalle 0-7 jours (n = 19 750 ; 87,4 %). Un délai > 7 jours est observé beaucoup plus rarement (n = 2 844 ; 12,6 %). Le délai médian est de 1 jour(durée interquartile : 0-3 jours ; extrêmes : 0-117 jours). Les deux groupes ne s’avèrent pas identiques sur le plan sociodémographique ou des comorbidités. Il y a dans le groupe « expectative prolongée » plus de patientes noires, elles sont plus âgées, présentent moins de prééclampsies sévères, mais plus de prééclampsiessur ajoutées. Elles présentent également plus de comorbidités. La durée médiane de suivi au décours de l’accouchement est identique dans les deux groupes (5,2 ans).

Principal résultat de l’étude : les événements constitutifs du critère composite (décès et accidents cardio-vasculaires et cérébrovasculaires) sont observés deux fois plus souvent dans le groupe « naissance dans le délai 0-7 jours », en comparaison avec le groupe « expectative prolongée » (tableau 1).

Les événements constitutifs du critère composite le plus souvent observés sont une cardiomyopathie ou une défaillance cardiaque (n = 336). Les autres pathologies cardiovasculaires aiguës ont été rares (n = 14). Il y a eu 88 accidents cérébrovasculaires et accidents vasculaires cérébraux Enfin, 32 décès ont été observés (3/10 000 personnes-années).

L’analyse statistique confirme que le hazard ratio ajusté pour les variables sociodémographiques et les comorbidités du groupe « expectative prolongée » est plus élevé que celui mesuré dans le groupe « naissance dans les 7 jours » (tableau 2). Lorsque le délai diagnostic-naissance est analysé comme une variable continue, le HR ajusté est de 1,07 (IC95 % : 1,01-1,13) par semaine de grossesse additionnelle. Ces données sont confirmées dans l’analyse par sous-groupes, qu’il s’agisse des seules patientes ayant une prééclampsie sévère, ou des patientes dont l’accouchement a eu lieu dansle délai de 14 jours après le diagnostic (tableau 2).

a. HRa : hazard ratio ajusté pour les variables socio-démographiques et les comorbidités ; b. IC95 % : intervalle de confiance à 95 %.

En résumé, en cas d’HTA de la grossesse (prééclampsie/ éclampsie, HTA gravidique, prééclampsie/éclampsie surajoutée à une HTA chronique), la prolongation de la grossesse s’accompagne d’une augmentation de la fréquence ultérieure de survenue de décès et d’accidents cardiovasculaires et cérébrovasculaires. Cette augmentation est de + 7 % par semaine additionnelle de grossesse. On l’observe assez rapidement puisqu’elle apparaît dans les 5 ans qui suivent l’accouchement index . Cette constatation plaide en faveur d’un rôle causal de la pathologie hypertensive dans la survenue ultérieure des complications liées à un dysfonctionnement vasculaire.

Discussion

Dès lors, faut-ilmodifier nosmodalités de prise en charge des HTA de la grossesse ? La stratégie actuelle vise à optimiserle devenir des nouveau-nés.De nombreuses recommandations professionnelles indiquent, chezles patientes ayant une hypertension stabilisée, d’adopter une attitude non interventionniste jusqu’à 34 semaines d’aménorrhée pour les hypertensions sévères, et jusqu’à 37 semaines pour les hypertensions sans élément de sévérité. Mais c’est le pronostic maternel à court terme qui entre dans cette équation. Les données ci-dessus invitent à ne pas être maximaliste en ce qui concerne les bornes de terme en cas de pathologie hypertensive pour tenir compte du pronostic maternel à long terme. Il existe un argument supplémentaire pour ne pas se référer strictement à la règle des 39 semaines d’aménorrhée dans ces cas. Prolonger la grossesse permet d’améliorer le pronostic fœtal et en particulier d’observer une diminution de la mortalité dans la première année de vie. Mais c’est en partie au prix d’une augmentation de la mortinatalité(6).

Un éditorial prudent accompagne l’article de J.I. Rosenbloom. Dans ce commentaire, G.N. Smith souligne la possibilité, s’agissant d’une étude rétrospective de cohorte, qu’elle soit entachée de biais(7).

Le premier biais possible porte sur la composition des groupes. Comme noté plus haut, ils ne sont tout à fait comparables ni sur le plan sociodémographique, ni sur celui des comorbidités (les patientes du groupe « expectative prolongée » ont plus de comorbidités). Mais les techniques statistiques utilisées (comparaisons utilisant des HR ajustés et des analyses de propension) ont permis aux auteurs de tenir compte de ces points.

Deuxième biais possible : la détermination de la date de début de la pathologie. Dans l’étude, c’est la date d’hospitalisation qui a été retenue pour la définir. Mais le début clinique réel est dans certains cas antérieur, l’hospitalisation n’ayant pas toujours été immédiate. La constatation d’un délai entre diagnostic de l’hypertension et accouchement compris dans l’intervalle 0-7 jours dans près de 90 % des cas, avec un délai médian de 1 jour, plaide en faveur d’une hospitalisation tardive au cours de l’évolution de la pathologie hypertensive. De plus, la phase infraclinique n’est pas prise en compte.

Au total

En attendant d’autres études de confirmation, les auteurs ne proposent pas de changement radical de conduite. Deux conclusions s’imposent cependant. La première est que, en cas de pathologie hypertensive de la grossesse, il n’est probablement pas indiqué de prolonger la période d’attitude attentiste au-delà du nécessaire. La deuxième est que, danstous les cas, que la pathologie hypertensive de la grossesse soit causale de la dysfonction endothéliale ou en soit un « simple » marqueur, il y a une augmentation des complications vasculaires ultérieures chez les patientes affectées. Elles doivent donc bénéficier d’une information, ainsi que d’un suivi approprié à long terme au décours de l’accouchement(4).


Publié dans Gynécologie Pratique

Références

Cliquez sur les références et accédez aux Abstracts sur pubmed

1. Rosenbloom JI et al. Expectant management of hypertensive disorders of pregnancy and future cardio-vascular morbidity. Obstet Gynecol 2020 ; 135 : 27-35. Rechercher l’abstract
2. Simon-TillauxNet al. Sildenafilforthe treatment of preeclampsia, an update. Should we still be enthusiastic?Nephrol Dial Transplant 2019 ; 34 : 1819-26. Rechercher l’abstract
3. Ray JG et al. Cardio-vascular health after maternal placental syndromes (CHAMPS): population-based retrospective cohort study. Lancet 2005 ; 366 : 1797-803. Rechercher l’abstract
4. Graves M et al. Indicateurs du risque cardio-vasculaire liés à la grossesse. Approche des soins de première ligne pourla gestion etla prévention postnatales de maladies futures. Can Family Physician 2019 ; 65 : e505-e512. Rechercher l’abstract
5. Sandvik MK et al. Preeclampsia in healthywomen and endothelial dysfunction 10 yearslater. Am J Obstet Gynecol 2013 ; 209 : 569.e1-10. Rechercher l’abstract
6. PilliodRAetal.Associationofwidespread adoptionofthe39-week rulewithoverall mortalityduetostillbirthandinfantdeath. JAMA Pediatr 2019 ; 173 : 1180-5. Rechercher l’abstract
7. SmithGN. Prolongation of pregnancy complications and the risk of future cardio-vascular disease. Obstet Gynecol 2020 ; 135 : 24-5. Rechercher l’abstract

#Covid-19: #Gestantes podem apresentar #lesões na placenta, indica estudo

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Mulher em gestação durante a pandemia de Covid-19

Foram encontradas lesões na placenta de 16 gestantes diagnosticadas com o novo coronavírus (causador da Covid-19), segundo um estudo norte-americano. É importante ressaltar que os pesquisadores não apontaram riscos para o feto, mas alertaram para alterações no funcionamento do órgão.

O estudo foi publicado em 22 de maio na revista American Journal of Clinical Pathology. Este é o maior estudo para examinar a saúde das placentas em mulheres que testaram positivo para a Covid-19.

 

Gestação e Covid-19

“A maioria dos bebês nasceu sem nenhuma complicação, após gestações normais. A lesão não pareceu induzir resultados negativos nos nascimentos, com base em nossos dados que são limitados”, disse em nota Jeffrey Goldstein, professor da Northwestern University e um dos autores do estudo.

Essas gestantes apresentaram mais chances de desenvolver alterações na circulação de sangue na placenta, como lesões ou entupimentos nos vasos sanguíneos, o que prejudica o fornecimento de oxigênio ao bebê e está ligado a problemas como parto prematuro, sofrimento fetal e interrupções precoces de gravidez.

Os pesquisadores defendem que a descoberta serve de alerta para que as gestantes sejam monitoradas clinicamente durante a pandemia.

Acompanhamento constante durante a pandemia de Covid-19

Pesquisas anteriores descobriram que crianças que estavam no útero durante a pandemia de gripe espanhola entre os anos de 1918 e 1919, que é frequentemente comparada à atual pandemia de Covid-19, contraíram mais doenças cardiovasculares ao longo da vida.

Os pesquisadores explicaram que a gripe não atravessa a placenta. Portanto, a causa ainda desconhecida que esteja causando problemas ao longo da vida nessas pessoas provavelmente está ligada à atividade imunológica e lesões na placenta.

Para Emily Miller, professora de obstetrícia e coautora do estudo, as gestantes diagnosticadas com Covid-19 devem ser monitoradas de perto para garantir que os fetos se desenvolvam de maneira saudável.

“Não quero desenhar um cenário assustador, mas essas descobertas preocupam. Saber que esse vírus pode causar alterações na placenta traz algumas implicações bastante significativas para a saúde de uma gravidez”, afirmou Emily Miller em um comunicado.

 

Orientações para tratamento de gestantes

O exame histopatológico do tecido placentário pode contribuir com informações significativas sobre a saúde da mãe e do feto.

Os autores do estudo indicam o aumento no monitoramento em gestantes diagnosticadas com Covid-19 na forma de testes não-estressantes, que examinam o quão bem a placenta está fornecendo oxigênio, ou ainda ultrassons de crescimento, que medem se o bebê está crescendo a uma taxa saudável.

Como sabemos, gestantes e puérperas até duas semanas fazem parte do grupo de risco para complicações, incluindo respiratórias decorrentes de certas infecções virais, aumentando a morbimortalidade materna.

Contudo, no caso da infecção pelo novo coronavírus, ainda não se sabe se as alterações imunológicas específicas da gestação alteram o risco de adquirir a doença, nem a sua evolução.

Revisão

Em uma revisão sistemática com 108 gestantes de 18 estudos publicada na Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica foi concluído que a Covid-19 durante a gravidez pode estar associada com maior morbidade materna.

Os autores encontraram taxa de admissão em UTI de 3%, associada com obesidade e complicações maternas, levando ao questionamento sobre o aumento de chances de surgimento de morbidades em gestações de alto risco.

 

*Esse artigo foi revisado pela equipe médica da PEBMED

Referências bibliográficas:

#Novel Program Cuts #Weight Retention After #Gestational Diabetes

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An online, lifestyle-based weight loss initiative known as the Balance After Baby (BAB) program is effective at reducing weight retention a year after birth among women with recent gestational diabetes.

Specifically, results of the study were positive in women of most ethnicities, bar those of a small group of Hispanic origin.

Jacinda Nicklas, MD, from the University of Colorado School of Medicine, Aurora, presented findings of the BAB trial during the virtual American Diabetes Association (ADA) 80th Scientific Sessions. She was coprincipal investigator alongside Ellen Seely, MD, from Brigham and Women’s Hospital, Boston, Massachusetts.

“Looking at the entire population of women on the BAB program, there was a trend in weight loss from 6 weeks postpartum to 12 months (= .09), and significantly less postpartum weight retention at 12 months (= .04),” Nicklas said.

“Through this effect on postpartum weight retention, the BAB program has potential to delay or prevent development of type 2 diabetes in women with recent gestational diabetes, while the web-based, remote nature of the program is scalable and very relevant in current times,” she added.

“However, the lack of efficacy in Hispanic women means it needs to be modified to be successful in this ethnic group.”

Frank Qian, MD, who also presented during the same session, said the BAB program has potential as a viable way of preventing both future pregnancy complications as well as the progression to overt type 2 diabetes in this high risk population.

“Large-scale epidemiologic studies show us that weight gain from pregnancy is a major risk factor for long-term cardiometabolic risk, particularly for women with a history of gestational diabetes,” he observed.

“In turn, it is critical to implement lifestyle interventions that can help women get as close to the weight they were before pregnancy as possible and keep that weight off.”

Postpartum Weight Retention a Modifiable Risk Factor for Type 2 Diabetes

Current evidence shows that a large proportion of women who develop gestational diabetes go on to develop type 2 diabetes within 10 years and that women with a history of gestational diabetes are more likely to retain or gain weight postpartum.

Nicklas also pointed out that obesity and weight gain are the strongest modifiable risk factors for type 2 diabetes.

“We know from the Diabetes Prevention Program (DPP) that an intensive lifestyle program in women who had had gestational diabetes led to a 53% reduction in type 2 diabetes,” Nicklas noted.

However, she added there were barriers to adhering to the intensive DPP program — which required 16 one-on-one meetings in the first 24 weeks — including travel, as some participants lived quite remotely, or family responsibilities

Consequently, Nicklas and colleagues developed the BAB pilot trial, which involved web-based delivery with remote coaching.

The trial involved women with a history of gestational diabetes who were, on average, 7 weeks postpartum. The key outcome was weight at 12 months compared with both 6-week postpartum weight and prepregnancy weight.

Based on encouraging results in the pilot trial — in which the intervention group showed significant weight loss from 6-week postpartum weight and in 12-month weight retention — a larger, two-site trial was initiated, the BAB Intervention randomized controlled trial.

Outcome measures were the same as for the pilot study. The 181 participants were 18-45 years of age, and had recent gestational diabetes and a mean prepregnancy body mass index of approximately 29 kg/m2. Around half were college educated, and 28% were from lower income households.

Overall, 48% were white, 22% Asian, 17% African American, and 13% were of other ethnicities, with just over a third being Hispanic.

The initial study visit was at 6 weeks postpartum. Women were randomized to the behavioral intervention website plus a lifestyle coach group or to a control group that consisted of a website plus knowledge links.

The intervention website required women to complete some DPP-derived and bonus modules, and also featured action plans, tracked weight and steps, and had a direct link to contact their lifestyle coach. Follow-up visits were held at 6 and 12 months and A1c, waist circumference, and height/weight were measured. A total of 86% eligible women completed the 6- and 12-month visits.

Why Didn’t the BAB Program Work in Hispanic Women?

“The overall result showed that weight change from 6 weeks postpartum to 12 months revealed a slight gain in the control group of 1.3 lb and a loss in the intervention group of 1.8 lb, resulting in a between-group difference of 3.1 lb (P = .09),” reported Nicklas. Adjustment for gestational weight gain and breastfeeding had no substantial effect.

When 12-month weight retention versus prepregnancy weight was assessed, the former was halved in participants in the BAB program.

The control group gained a mean of 10.1 lb, and those in the intervention group gained a mean of 5.3 lb, equivalent to a difference of 4.8 lb (P = .04).

A prespecified analysis was conducted of 120 non-Hispanic women. At 12 months, weight retention compared to prepregnancy weight showed an increase of 9 lb in the control group versus 1.8 lb in the intervention group (P value for difference = .01).

By comparison, in the small group of Hispanic women only, weight retention at 12 months compared to prepregnancy weight showed a 12.7 lb increase and a 13.3 lb increase in the control and intervention groups respectively, reported Nicklas.

Addressing the key question of why the BAB program was ineffective in Hispanic women, Nicklas said, “The literature tells us that low income Hispanic women are twice as likely to experience postpartum weight retention compared to white non-Hispanic women.”

“But we also know that low income Hispanic women generally engage less with interventions, and there is a higher acceptance of overweight among this ethnic group.”

The researchers hope to follow the women from their trial to determine who progresses to type 2 diabetes.

“Hispanic women are a high-risk population for gestational diabetes and type 2 diabetes, and we plan to identify the best options to help Hispanic women with a history of gestational diabetes prevent type 2 diabetes,” Nicklas told Medscape Medical News.

Qian also remarked on the differences observed in the weight loss outcomes for non-Hispanic versus Hispanic women, noting that it highlights the importance of studying lifestyle interventions in diverse populations.

“Environmental and cultural factors that may differ across different racial or ethnic groups could impact the effectiveness of such interventions,” he said.

Nicklas and Qian have reported no relevant financial relationships.

ADA 2020 Scientific Sessions. Presented June 14, 2020. Abstract 191-OR.